Por Roberta Rampton
WASHINGTON (Reuters) - Durante su campaña hacia la presidencia, el republicano Donald Trump calificaba al presidente de Rusia, Vladimir Putin, como un "líder fuerte" con el que le gustaría restablecer las tensas relaciones entre Estados Unidos y Rusia.
Pero cuando Trump se dirige a su primer encuentro cara a cara como presidente con Putin con motivo del encuentro del G-20 en Alemania, los días 7 y 8 de julio, se encuentra bajo presión en su país para que adopte una postura firme con el Kremlin.
Las acusaciones de injerencia de Rusia en las elecciones de EEUU del año pasado alarmaron tanto a los parlamentarios republicanos como a los demócratas, que insisten en extender las sanciones que se impusieron tras la anexión rusa de Crimea en 2014, una península perteneciente a Ucrania.
Los parlamentarios, incluido Cory Gardner, un senador republicano de Colorado, también están preocupados porque Rusia esté prolongando la guerra civil en Siria al seguir respaldando a su presidente, Bashar al-Asad, un hombre cuyas fuerzas usaron armas químicas contra rebeldes y civiles. El caos ha dado paso a la inestabilidad y a una fuerte inmigración camino a Europa.
"El presidente (Trump) debe aclarar que la continua agresión de Rusia en el mundo... es inaceptable, y tendrán que rendir cuentas por ello", dijo Gardner, uno de los seis legisladores invitados por la Casa Blanca el mes pasado para hablar con Trump de asuntos exteriores en una cena.
La inteligencia estadounidense ha concluido que Rusia patrocinó la piratería contra el Partido Demócrata el año pasado para beneficiar a Trump frente a su rival Hillary Clinton. Rusia ha negado esas acusaciones mientras que Trump ha calificado repetidamente la idea de cualquier relación entre su campaña y Rusia como una "caza de brujas".
Aún así, solo la imagen de Trump encontrándose con Putin, un exagente del KGB, está llena de riesgos, dijo un experto en asuntos exteriores.
"Si (Trump) sonríe, si echa el brazo por encima de Putin, si dice 'es un honor conocerte, vamos a encontrar la forma de avanzar'... Creo que el Congreso reaccionará de forma extremadamente negativa", dijo Julie Smith, una asesora de seguridad nacional del gobierno de Obama.
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