Por Nathan Layne, Gram Slattery y James Oliphant
MÁNCHESTER, Nuevo Hampshire, EEUU, 24 ene (Reuters) - Donald Trump se alzó con la victoria en la contienda presidencial republicana de Nuevo Hampshire el martes, acercándose a una revancha en noviembre con el presidente, el demócrata Joe Biden, a pesar de que su única rival restante, la exembajadora ante la ONU Nikki Haley, prometió seguir adelante.
"Esta carrera está lejos de haber terminado", dijo a sus partidarios en una fiesta postelectoral en Concord, retando a Trump a debatir con ella. "Soy una luchadora. Y ahora somos los últimos en pie junto a Donald Trump".
En su propia fiesta en Nashua, Trump abrió su discurso burlándose de Haley, llamándola "impostora" y diciendo: "Está dando un discurso como si hubiera ganado. No ganó. Ha perdido. (...) Ha tenido una noche muy mala".
Sus comentarios siguieron a una serie de furiosas publicaciones en su aplicación Truth Social, denunciándola como "DELIRANTE".
Con el 57% de los votos previstos escrutados, según Edison Research, Trump mantenía una cómoda ventaja del 54,4% al 43,6%.
Haley esperaba que el considerable número de votantes independientes de este estado del noreste le diera una victoria inesperada que pudiera aflojar el férreo control de Trump sobre el Partido Republicano.
En lugar de eso, Trump se convirtió en el primer republicano en arrasar en las votaciones competitivas tanto en Iowa —donde ganó por un margen récord hace ocho días— como en Nuevo Hampshire desde 1976, cuando los dos estados consolidaron su estatus como las primeras contiendas por la nominación.
Aunque el margen final aún no estaba claro, es probable que el resultado refuerce los llamamientos de algunos republicanos para que Haley abandone la campaña y el partido pueda unirse en torno a Trump. La campaña de Haley prometió en un memorando el martes que seguiría adelante hasta el "supermartes" del 5 de marzo, cuando votan los republicanos de 15 estados y un territorio.
La próxima contienda se celebrará el 24 de febrero en Carolina del Sur, donde Haley nació y fue gobernadora durante dos mandatos. Sin embargo, a pesar de sus vínculos, Trump ha acumulado apoyos de la mayoría de las figuras republicanas del estado y los sondeos de opinión le otorgan una amplia ventaja.
La votación del martes fue el primer enfrentamiento cara a cara entre Trump y Haley, después de que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, considerado en su día como el más formidable contrincante de Trump, abandonara su candidatura el domingo y respaldara a Trump. Aunque DeSantis sólo tenía un apoyo marginal en Nuevo Hampshire, sus votantes eran mucho más propensos a cambiar su lealtad a Trump, en lugar de a Haley, según las encuestas.
(Reporte de Gram Slattery, James Oliphant y Nathan Layne; reporte adicional de Alexandra Ulmer, Jason Lange, Jane Ross, Kia Johnson, Steve Gorman y Rami Ayyub; escrito por Joseph Ax y Doina Chiacu; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)