Por Steve Holland, David Brunnstrom y Sarah Wu
WASHINGTON/HONG KONG (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el viernes a su Gobierno iniciar un proceso de eliminación del tratamiento especial para Hong Kong para castigar a China, pero no puso un fin inmediato a los preciados privilegios del territorio que lo han ayudado a seguir siendo un centro financiero global.
Trump realizó el anuncio en la Casa Blanca, asegurando que China rompió su palabra sobre la autonomía de Hong Kong al decidir imponer una nueva legislación de seguridad nacional, por lo que ya no se justificaban los privilegios otorgados por su país. Agregó que la medida es una tragedia para las personas en el territorio, China y el mundo.
"Tomaremos medidas para revocar el trato preferencial de Hong Kong", dijo el mandatario, quien agregó que Estados Unidos también impondría sanciones a las personas consideradas responsables de sofocar la autonomía del territorio.
El mandatario no mencionó a ninguno de los posibles objetivos de sanciones. Trump afirmó que su anuncio "afectaría a un completo rango de acuerdos que tenemos con Hong Kong, desde el tratado de extradición a controles de exportaciones sobre tecnologías de doble uso y más "con pocas excepciones".
"Nuestras acciones serán fuertes, nuestras acciones serán significativas", agregó Trump.
Mientras, el periódico estatal chino Global Times calificó la decisión de Trump como algo "imprudentemente arbitrario".
También dijo que suspendería la entrada de ciudadanos de China identificados como un posible riesgo de seguridad. Fuentes, incluyendo a un actual representante estadounidense, dijeron a Reuters el jueves que esa medida, que era esperada, podría afectar a entre 3.000 y 5.000 estudiantes de postgrado chinos.
La retórica de Trump contra China se produce en medio de su campaña de reelección, en la que las encuestas muestran que los votantes estadounidenses están cada vez más disgustados con Pekín, especialmente por el nuevo coronavirus.
Sin embargo, Trump podría ser consciente de que una ruptura más grave con Pekín podría terminar con el acuerdo comercial de Fase Uno con China, con el que ha contado para obtener beneficios económicos en los principales estados agrícolas de Estados Unidos.
Más temprano, el Gobierno de Hong Kong -respaldado por Pekín- dijo a Washington que se mantuviera al margen del debate sobre la legislación de seguridad nacional que está siendo impuesta por China y advirtió que el retiro del estado especial de centro financiero podría ser contraproducente para la economía estadounidense.
(Información de Steve Holland, David Brunnstrom, Eric Beech, Jeff Mason, Matt Spetalnick, David Lawder y Daphne Psaledakis en Washington, Reporte adicional de Sarah Wu y Marius Zaharia, James Pomfret, Greg Torode, Clare Jim, Sumeet Chatterjee and Anne Marie Roantree en Hong Kong, Michael Shields en Ginebra, Escrito por David Brunnstrom, Michael Perry y Robert Birsel, Editado en Español por Manuel Farías y Javier Leira)