Por Tuvan Gumrukcu
ANKARA, 1 mar (Reuters) - Turquía ha pedido a todas las partes de la crisis ucraniana que respeten el pacto internacional sobre el paso por los estrechos turcos de acceso al Mar Negro, según declaró el martes el ministro de Defensa del país, Hulusi Akar, después de que Ankara cerrara los accesos.
Turquía, aliada de la OTAN, limita con Ucrania y Rusia en el Mar Negro y mantiene buenos lazos con ambos países. En virtud de la Convención de Montreux de 1936, Ankara tiene derecho a limitar el tránsito por sus estrechos del Bósforo y de los Dardanelos en tiempos de guerra.
Esto le permite frenar a los buques de guerra rusos que se dirigen al Mar Negro. El pacto concede una exención a los buques que regresan a sus bases de origen.
Medios de comunicación estatales citaron al ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu, diciendo que Turquía ha exigido tanto a los Estados ribereños del Mar Negro como a los que no lo son que detengan la navegación por sus estrechos.
"Erosionar (la Convención de) Montreux o alterar el 'statu quo' de cualquier manera no beneficia a nadie. Vemos un beneficio en preservar Montreux. Les decimos a todas las partes que sería beneficioso respetar Montreux", dijo Akar a los periodistas tras la reunión del gabinete del lunes, según su ministerio.
En una llamada telefónica mantenida el lunes, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, "expresó su aprecio" a Cavusoglu por la aplicación del acuerdo por parte de Turquía, dijo el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price.
Yoruk Isik, analista geopolítico con sede en Estambul y director de la consultora Bosphorus Observer, declaró a Reuters que Turquía ha cerrado los estrechos a todos los Estados.
"Así que ha sucedido realmente, están cerrados (...). Están cerrados a todo el tráfico marítimo, no sólo a los barcos rusos", dijo Isik, añadiendo que el cierre debe ser visto como Ankara dando a Moscú "un respiro" para determinar su posición.
Al menos cuatro barcos rusos están esperando para cruzar desde el Mediterráneo.
Preguntado por la maniobra de Turquía de calificar la invasión de "guerra" e invocar los artículos limitadores del pacto, el embajador de Ucrania en Ankara, Vasyl Bodnar, dijo que Kiev está "agradecido" a Turquía por aplicar "meticulosamente" el acuerdo.
"En la situación actual, creo que es una decisión muy justa y que debe aplicarse", dijo Bodnar a los periodistas.
El ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, comunicó a su homólogo ruso, Serguéi Shoigu, la necesidad urgente de un alto el fuego por razones humanitarias, según el Ministerio de Defensa turco.
"TODO LO QUE PUEDE"
Al tiempo que calificaba la invasión rusa de violación inaceptable del derecho internacional, Turquía ha formulado cuidadosamente su retórica para no ofender a Moscú, con quien mantiene estrechos lazos en materia de energía, defensa y turismo. Ha hecho un llamamiento al diálogo y se ha ofrecido como anfitrión de las conversaciones de paz.
A última hora del lunes, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan habló con el líder bielorruso Alexander Lukashenko sobre las conversaciones entre Rusia y Ucrania celebradas en la frontera de Bielorrusia, según informó su oficina.
"Estamos decididos a utilizar los poderes que la Convención de Montreux otorga a nuestro país para aliviar la crisis", dijo Erdogan tras la reunión de su gabinete. "Definitivamente no comprometeremos nuestros intereses nacionales, pero tampoco despreciaremos los equilibrios regionales y mundiales. Por eso no podemos abandonar los lazos con Rusia ni con Ucrania".
Erdogan habló posteriormente sobre la invasión con el presidente austriaco, Alexander Van der Bellen, y con el primer ministro holandés, Mark Rutte, en sendas llamadas telefónicas, dijo su oficina, y añadió que le dijo a Rutte que Turquía sigue trabajando por un alto el fuego inmediato.
A la vez que ha forjado estrechos lazos con Rusia, Turquía también ha vendido aviones no tripulados a Ucrania y ha firmado un acuerdo para coproducir más, lo que ha enfadado a Moscú. También se opone a las políticas rusas en Siria y Libia, así como a su anexión de Crimea en 2014.
"Turquía realmente hace todo lo que puede, es evidente que hace el máximo para no ofender a Rusia", dijo el analista Isik.
(Información de Tuvan Gumrukcu; información adicional de Yesim Dikmen y Jonathan Spicer en Estambul; edición de Daren Butler y Nick Macfie; traducción de Darío Fernández)