ESTAMBUL (Reuters) - Turquía criticó el sábado al principal responsable de derechos humanos de la ONU por decir que Ankara debería contener su "sed de venganza" tras un intento de golpe de Estado fracasado y negó que se hubieran violado los derechos en una purga de responsables y profesionales en el país.
El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, pidió a Ankara esta semana que respetase los derechos de los detenidos retenidos desde el golpe fallido del 15 de julio.
Las autoridades han suspendido, detenido o comenzado a investigar a decenas de miles de soldados, policías, jueces, periodistas y funcionarios.
El portavoz del ministerio Exteriores turco, Tanju Bilgic, dijo en un comunicado que los comentarios de Zeid eran inaceptables.
"Es como poco un comunicado desafortunado el de un responsable de la ONU encargado de proteger los derechos humanos que diga que 'no tiene simpatía' por los organizadores del golpe, en lugar de condenar a estos terroristas que han intentado dar un sangriento golpe", dijo Bilgic.
Los aliados occidentales temen que el presidente Tayip Erdogan esté utilizando el golpe y la purga para aumentar su control sobre el país.
Pero muchos turcos están furiosos por lo que perciben como una falta de solidaridad de Occidente por un golpe violento de una facción militar turca que usó aviones, helicópteros y tanques y en el que murieron 240 personas.
Erdogan prometió eliminar en Turquía la red del clérigo afincado en Estados Unidos Fethullah Gulen, a cuyos seguidores en las fuerzas de seguridad, judicatura y funcionariado ha acusado de orquestar el golpe.
Gulen niega esas acusaciones.
Bilgic dijo que las medidas de Turquía tras el golpe han sido coherentes con los principios fundamentales de las leyes y los derechos humanos y repitió el llamamiento de Ankara para que el comisario visite el país.