Por Andrew Osborn y Natalia Zinets
MOSCÚ/KIEV (Reuters) - Ucrania impuso el lunes la ley marcial por 30 días en las zonas del país más vulnerables a un ataque de Rusia, después de que el presidente Petro Poroshenko advirtiera de la amenaza "extremadamente grave" de una invasión.
Poroshenko dijo que la ley marcial es necesaria para reforzar las defensas del país después de que Rusia capturara tres barcos navales ucranianos y tomara como prisioneros a sus tripulantes el fin de semana.
El Parlamento aprobó la introducción de la ley marcial después de que Poroshenko asegurara a algunos legisladores escépticos que no se utilizaría para frenar las libertades civiles o retrasar las elecciones programadas para 2019.
La decisión se dio al final de una jornada en la que Ucrania y Rusia se cruzaron acusaciones sobre el enfrentamiento del domingo y los aliados de Kiev intervinieron para condenar el comportamiento del Gobierno ruso.
Las relaciones entre ambas naciones siguen tensas tras la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 y su respaldo a una insurgencia prorrusa en el este de Ucrania, por lo que el incidente podría empujar a ambos países a un conflicto mayor.
"Rusia ha estado librando una guerra híbrida contra nuestro país desde hace cinco años. Pero con un ataque a los barcos militares ucranianos, pasó a una nueva fase de agresión", dijo Poroshenko.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que no le gusta lo que está pasando entre Rusia y Ucrania, y que está discutiendo la situación con los líderes europeos.
La OTAN convocó una reunión de emergencia con Ucrania el lunes, después de que el jefe de la alianza, Jens Stoltenberg, mantuviera una conversación telefónica con Poroshenko en la que le ofreció "todo el apoyo a la integridad y soberanía territorial de Ucrania".
El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso emitió un duro comunicado en el que señaló que "es obvio que esta provocación meticulosamente pensada y planeada buscaba generar otra fuente de tensión en la región con el objetivo de crear un pretexto para aumentar las sanciones contra Rusia".
La crisis estalló cuando patrulleras fronterizas del servicio de seguridad ruso FSB capturaron dos pequeños buques de artillería blindados ucranianos y un remolcador tras abrir fuego contra ellos y herir a varios marineros.
Las naves intentaban acceder al mar de Azov desde el mar Negro. El FSB dijo que abrió un caso criminal por lo que considera una entrada ilegal de los barcos en aguas territoriales rusas.
El tráfico marítimo se reanudó el lunes en el estrecho de Kerch, que separa a Crimea del territorio continental ruso, pero Moscú no dio muestras de que vaya a liberar a los buques y a sus tripulantes.
(Información adicional de Tom Balmforth y Polina Ivanova en Moscú, Stine Buch Jacobsen en Copenhague, Karin Strohecker en Londres, Joanna Plucinska en Varsovia, Matthias Williams en Kiev y oficinas en Europa; escrito por Andrew Osborn y Christian Lowe; traducido por Patricio Abusleme, Carlos Serrano y Javier Leira)