LEÓPOLIS, Ucrania, 11 mar (Reuters) - Ucrania acusó a las fuerzas rusas de atacar el viernes un hospital psiquiátrico cerca de la ciudad de Izium, en el este de Ucrania, pero los servicios de emergencia dijeron que nadie resultó herido.
"Los 30 miembros del personal y los 330 pacientes estaban en un refugio antibombas en el momento del ataque", dijo el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania en un comunicado.
Oleh Synegubov, gobernador de la región de Járkov, en la que se encuentra Izium, había calificado el viernes el ataque como "un crimen de guerra contra los civiles" y repitió las acusaciones de que las fuerzas rusas estaban llevando a cabo un genocidio en Ucrania.
Rusia ha negado haber atacado a civiles en lo que denomina una "operación especial" para desarmar y "desnazificar" Ucrania.
El ataque cerca de Izium siguió al bombardeo de un hospital en la ciudad sureña de Mariúpol en el que, según las autoridades ucranianas, murieron tres personas el miércoles, entre ellas un niño. Rusia ha dicho que investigará el incidente, pero algunos funcionarios desestimaron las informaciones sobre el ataque como "noticias falsas".
Synegubov dijo por separado que las fuerzas rusas habían bombardeado repetidamente zonas residenciales de Járkov y el alcalde de la ciudad homónima, Ihor Terekhov, dijo que 48 escuelas habían sido destruidas en la ciudad, que tiene una población en tiempos de paz de alrededor de 1,4 millones.
Synegubov dijo que no había peligro para los civiles después que fuera alcanzado un instituto que tenía un laboratorio nuclear.
Un asesor del Ministerio del Interior ucraniano había dicho el jueves que aviones rusos bombardearon el instituto de Járkov que alberga un reactor nuclear experimental.
Todas las centrales nucleares ucranianas funcionan de forma estable, pero el personal de la planta de Zaporiyia se enfrenta a una "presión psicológica" en el trabajo tras su toma por parte de las fuerzas rusas, dijo la empresa nuclear estatal ucraniana Energoatom.
Los niveles de radiación en todas las plantas no han cambiado, dijo.
(Reporte de Natalia Zinets y Matthias Williams; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)