KIEV, Ucrania, 12 jul (Reuters) -Ucrania declaró el martes que había llevado a cabo un exitoso ataque con misiles de largo alcance contra las fuerzas rusas en el sur de Ucrania, territorio que dice estar planeando retomar en una contraofensiva con cientos de miles de tropas.
Según Ucrania, el ataque alcanzó un depósito de municiones en la ciudad de Nova Kajovka, en la región de Jersón, y mató a 52 rusos. Se produjo después de que Washington suministrara a Ucrania sistemas de artillería móvil HIMARS que, según Kiev, sus fuerzas están empezando a utilizar con una eficacia cada vez mayor.
Un portavoz ruso en Jersón dio una versión diferente. Dijo que al menos siete personas habían muerto en el ataque ucraniano y que civiles e infraestructuras civiles habían sido alcanzados.
Reuters no pudo verificar de forma independiente las versiones del campo de batalla.
La zona atacada por Ucrania es una de las que las fuerzas rusas tomaron después de lanzar el 24 de febrero lo que Moscú llamó "una operación militar especial" y es de importancia estratégica con acceso al mar Negro, una industria agrícola que una vez fue próspera, y una ubicación justo al norte de Crimea, un territorio anexionado por Rusia.
Altos cargos del Gobierno ucraniano han hablado de los esfuerzos para reunir hasta un millón de soldados y de su objetivo de recuperar las zonas del sur del país bajo control ruso, que han dicho que son importantes por razones económicas y políticas.
"Según los resultados de nuestras unidades de misiles y artillería, el enemigo perdió 52 (efectivos), un obús Msta-B, un mortero y siete vehículos blindados y de otro tipo, así como un depósito de municiones en Nova Kajovka", dijo el mando militar del sur de Ucrania en un comunicado.
Vídeos no verificados publicados en las redes sociales mostraban humo y chispas, seguidos de una inmensa bola de fuego que estallaba en el cielo nocturno. Las imágenes mostraban escombros esparcidos por las calles y edificios calcinados.
Las imágenes publicadas por los medios de comunicación estatales rusos mostraban un terreno baldío cubierto de escombros y restos de edificios.
Un portavoz de la administración local instalada en Rusia dijo que Ucrania había utilizado misiles HIMARS en el ataque y que habían destruido almacenes que contenían salitre, un compuesto químico que puede utilizarse para fabricar fertilizantes o pólvora, lo que provocó una gran explosión.
El Ministerio de Defensa ucraniano no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios sobre el tipo de arma utilizada.
Vladimir Leontyev, jefe de la administración civil-militar del distrito de Kakhovka instalado en Rusia, dijo —según comentarios recogidos por la agencia de noticias rusa TASS— que al menos siete personas habían muerto en el ataque y unas 60 resultaron heridas.
"Todavía hay muchas personas bajo los escombros. Los heridos están siendo trasladados al hospital, pero muchas personas están bloqueadas en sus apartamentos y casas", dijo Leontyev según TASS.
También dijo que almacenes, tiendas, una farmacia, gasolineras y una iglesia habían sido afectados.
Informaciones no verificadas en las redes sociales dijeron que el ataque había matado a varios altos mandos militares rusos.
PLANES DE CONTRAATAQUE
Rusia ha acusado a Ucrania de bombardear a su propia población en un territorio del que ha perdido el control. Ucrania dice que evacua al mayor número posible de personas de las zonas tomadas por las fuerzas rusas en lo que tanto Kiev como Occidente han considerado un intento de apropiación de tierras imperialista por parte de Moscú.
Kiev y Occidente afirman que los propios ataques rusos han sido indiscriminados, matando a civiles y arrasando barrios de la ciudad.
Moscú niega haber atacado a los civiles, pero muchas ciudades, pueblos y aldeas ucranianas han quedado en ruinas mientras el mayor conflicto de Europa desde la Segunda Guerra Mundial se acerca a los cinco meses.
Rusia ha intentado introducir el rublo en Jersón y está ofreciendo pasaportes rusos a los habitantes que los acepten.
Los delegados rusos dicen que también planean celebrar un referéndum para que la región pase a formar parte de Rusia, pero aún no han fijado una fecha.
El vice primer ministro ucraniano instó el domingo a los civiles de Jersón a evacuar urgentemente, ya que las fuerzas armadas ucranianas estaban preparando un contraataque en la zona.
"Está claro que habrá combates, habrá bombardeos de artillería... y, por tanto, instamos (a la gente) a evacuar urgentemente", dijo la vice primera ministra Irina Vereshchuk en la televisión nacional.
Dijo que no podía decir cuándo se produciría exactamente la contraofensiva.
"Sé con certeza que no debe haber mujeres y niños allí, y que no deben convertirse en escudos humanos", dijo.
Ucrania se está preparando para lo que espera que sea una nueva y masiva ofensiva rusa en el este del país, donde Moscú dice estar decidido a tomar el control de toda la región industrial de el Dombás.
Las fuerzas rusas llevan semanas bombardeando partes de la región de Donetsk, que forma parte del Dombás, y se espera que lancen un asalto a la ciudad oriental de Sloviansk.
Después de que Rusia fracasara en su intento de tomar rápidamente la capital ucraniana, Kiev, sus fuerzas se dirigieron al Dombás, cuyas dos provincias, Donetsk y Luhansk, están parcialmente controladas por los separatistas respaldados por Rusia desde 2014.
Rusia controla ahora toda la región de Luhansk y parte de la de Donetsk. El presidente ruso, Vladimir Putin, pretende entregar el control del Dombás a los separatistas que, según Kiev, son marionetas controladas por Rusia, acusación que estos niegan.
(Información de las oficinas de Reuters; redacción de Michael Perry; edición de Stephen Coates; traducción de Flora Gómez y José Muñoz en la redacción de Gdansk)