Por John Irish
PARÍS (Reuters) - El responsable del partido de centroderecha francés UDI dijo el domingo que quería que el candidato presidencial François Fillon abandonara la carrera electoral en favor del ex primer ministro Alain Juppé, advirtiendo de que si Fillon continuaba sería derrotado con seguridad.
Fillon, que fuera favorito para ganar las elecciones, se ve ahora implicado en un escándalo sobre pagos a su mujer, y su campaña se ha visto seriamente dañada desde que supo la semana pasada que podría ser puesto bajo investigación formal por malversación de fondos públicos.
Fillon se enfrenta a una creciente presión mientras los líderes del partido preparan una reunión de crisis en la que el lunes abordarán la situación antes del plazo del 17 de marzo, cuando todos los candidatos presidenciales deben tener formalmente los avales de al menos 500 cargos electos.
Tras una serie de dimisiones entre asesores y defensores, el ex primer ministro conservador de 63 años confía en que una manifestación de sus seguidores en París el domingo muestre a sus detractores que sigue siendo su mejor esperanza para ganar la presidencia.
"Con Fillon, el fracaso es seguro. Esto (la manifestación) es un exceso porque tú no poner a la calle contra las instituciones (del Estado)", dijo Jean-Christophe Lagarde a la cadena de radio Europe 1. "Aunque haya 200.000 personas, para ganar unas elecciones presidenciales necesitas 20 millones de personas", añadió.
Su partido, el UDI, que representa a entre un 2 y un 5 por ciento de la intención de voto, dijo el viernes que retiraba su apoyo al ex primer ministro.
Fillon ha cancelado su aparición en un programa de radio el lunes por la mañana, dijo el presentador el domingo en Twitter.
Los sondeos de opinión continúan mostrando que Fillon no pasaría a la segunda ronda de las elecciones presidenciales de abril/mayo. En su lugar, el centrista Emmanuel Macron está consolidando su posición de favorito para hacerse con una victoria en segunda ronda frente a la ultraderechista Marine Le Pen.
Fillon niega que haya cometido ningún delito y se queja de parcialidad judicial y mediática para su "asesinato político".
Sus ataques al sistema judicial en particular le han valido reproches en sus propias filas y la marcha del domingo ha preocupado a una parte de la derecha que teme que la convocatoria sea secuestrada por movimientos conservadores de línea dura.
Sus defensores esperan al menos 45.000 asistentes a la marcha de hoy.
En su primera declaración pública desde que surgieron las acusaciones, la mujer de Fillon, Penelope, dijo al Journal du Dimanche que sus actividades habían sido reales e insistió en que su marido debía continuar en la carrera presidencial.
"Necesitaba a alguien que llevara a cabo sus tareas. De no haber sido yo, hubiera pagado a otro, así que decidimos que fuera yo", dijo.
Pero un sondeo de Ifop entre 1.002 personas publicado el sábado mostró que más del 70 por ciento de los votantes franceses querían que renunciase. El apoyo a su campaña ha caido al 53 por ciento, desde el 70 por ciento hace dos semanas.
El mismo sondeo sugirió que Alain Juppé, que perdió ante Fillon en las primarias del partido en noviembre, era el mejor colocado para sustituirle. Un sondeo el viernes mostró que Juppe ganaría en primera ronda el 23 de abril, aunque el actual alcalde de Burdeos ha descartado por ahora su regreso.
"En los Juegos Olímpicos, cuando el que gana la medalla de oro es descalificado, es el que consigue la plata el que queda como vencedor", dijo Lagarde.
(Información adicional de Simon Carraud; Traducido por Inmaculada Sanz)