Por Ian Graham
BELFAST (Reuters) - El Partido Unionista Democrático (DUP, por sus siglas en inglés) siguió siendo por poco el principal partido en Irlanda del Norte tras superar a los nacionalistas irlandeses del Sinn Fein por un único escaño en las elecciones anticipadas, que darán ahora lugar a unas arduas negociaciones para resucitar un Gobierno compartido.
La participación fue la más alta en dos décadas en las primeras elecciones regionales en Reino Unido desde el voto a favor de salir de la Unión Europea el año pasado, en un momento en el que los nacionalistas a favor de una Irlanda unida y los unionistas que quieren que la provincia siga siendo británica pugnan por influencia.
El DUP ganó 28 de los 90 escaños, mientras que un creciente Sinn Fein prácticamente barrió la ventaja de 10 escaños que el DUP se había asegurado en las elecciones de hace un año. Apenas algo más de 1.000 votos separaron a los dos en la votación más estrecha de este tipo.
"Avancemos ahora con esperanza, esperanza de que pueda volver el civismo a la política", dijo la primera ministra saliente, Arlene Foster, del DUP, a sus seguidores tras la reelección el viernes.
"Hay trabajo por hacer para reparar rápidamente el relación que se ha visto sembrada de discordia por las elecciones", añadió.
El tono conciliador de Foster tras los decepcionantes resultados del partido contrastó con una agria campaña en la que, pese a las promesas de Dublín y Londres de evitar un empeoramiento de las relaciones, ambos partidos recuperaron sus bases sectarias.
La líder del Sinn Fein, Michelle O'Neill, dijo a periodistas que había sido un "día asombroso" al beneficiarse su partido de un avance de la participación hasta el 65 por ciento, la mayor desde que se celebraron las primeras elecciones inmediatamente después de los Acuerdos de Viernes Santo en 1998.
Fue la vez que más cerca han estado los nacionalistas, a los que tradicionalmente respalda la población católica, de convertirse en el principal partido de la provincia de mayoría protestante. Los candidatos unionistas, que tienden a verse favorecidos por los protestantes, se hicieron con menos de la mitad de los escaños por primera vez.
El fracaso del DUP en lograr al menos 30 asientos significa también que ya no tiene la capacidad de vetar la legislación, algo que el partido conservador ha hecho para bloquear extender el matrimonio homosexual a la provincia.
PODER COMPARTIDO
Los dos partidos tendrán tres semanas para formar un nuevo gobierno compartido que evite que el poder descentralizado vuelva al Parlamento británico en Westminster por primera vez en una década.
Pero dado que las relaciones están en el peor momento en una década, el Sinn Fein insiste en que entre sus demandas para volver a entrar en el Gobierno que Foster debe hacerse a un lado durante una investigación que comienza ahora y durará meses sobre un marco fallido de energía limpia que ella estableció.