CATANIA, Italia (Reuters) - El grupo de migrantes que se vio obligado a permanecer a bordo del buque que los rescató de las costas de Libia hace casi dos semanas pisó tierra firme en Sicilia en jueves, aunque el Gobierno italiano prometió seguir bloqueando la entrada de barcos humanitarios en sus puertos.
El Sea-Watch 3, operado por un grupo humanitario alemán, atracó en el puerto de Catania para desembarcar a 47 personas, entre ellas 15 menores, que rescató el 19 de enero.
Tras abrazar a la tripulación, los menores desembarcaron primero. Después, los migrantes fueron trasladados en autobús a refugios donde podrán tramitar solicitudes de asilo oficiales.
Es la segunda vez en un mes que el Sea Watch se ha visto obligado a esperar varios días en el mar mientras los países de la Unión Europea barajaban cuál de ellos acogería a los migrantes.
Italia ha acogido a todos los barcos de migrantes rescatados de botes de las costas de Libia, donde estaban hacinados y en condiciones inseguras, hasta que el año pasado asumió el poder el actual gobierno populista que decidió cerrar los puertos.
El último grupo será distribuido entre ocho estados miembro diferentes, incluido Italia.
"Esperamos que Europa pueda acogerlos y permitirles vivir las vidas que merecen", dijo el Sea Watch en Twitter.
Después de que el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, pidiera el miércoles que la organización humanitaria fuera sometida a una investigación criminal, el Sea Watch pidió ayuda para financiar los posibles costes legales.
"Esperamos lo mejor y nos preparamos para la peor", afirmó la organización en su cuenta de Twitter.
Salvini, que lidera el partido nacionalista La Liga, advirtió que los puertos italianos permanecerían cerrados a buques humanitarios.
"Si llega otro barco grande a la costa italiana de manera ilegal, haría lo mismo de nuevo", dijo a los periodistas en el parlamento el miércoles.
(Información de Antontio Parrinello en Catania; Información adicional de Angelo Amante en Roma; Escrito por Steve Scherer; Traducido por Alba Calejero en la redacción de Madrid)