Por Robert-Jan Bartunek y Ines Kagubare
BRUSELAS (Reuters) - Un hombre que dijo que llevaba un cinturón con explosivos equipado para explotar por control remoto provocó alarma el martes en un distrito comercial de Bruselas, antes de que la policía descubriera que el dispositivo sólo contenía sal y galletas, informaron responsables.
La capital belga continúa bajo un elevado alerta de seguridad, tres meses después de que unos suicidas del Estado Islámico se inmolaran en el Aeropuerto de Bruselas y en una estación de metro, provocando la muerte de 32 personas.
El martes, la policía de Bruselas detuvo a un hombre cerca del centro comercial City 2 después de anunciar que tenía explosivos que podían activarse remotamente. El área fue acordonada mientras expertos en bombas revisaban el cinturón.
El hombre, nacido en 1990 e identificado como J.B, había llamado él mismo a la policía para decir que había sido secuestrado y forzado a usar un cinturón con explosivos. Luego resultó ser una falsa alarma.
"J.B. es conocido para la policía, también debido a sus problemas mentales", dijo una portavoz de la fiscalía de Bruselas y agregó que de todos modos el incidente estaba siendo investigado por una posible conexión con el islamismo.
En 2014, J.B. dijo a la policía que había recibido la orden de viajar a Siria para unirse a milicianos islámicos que luchan en la guerra civil del país, un incidente que aún está siendo investigado, dijeron los fiscales.
La policía también localizó un coche que trasladó a J.B. al centro comercial y dijo que estaba interrogando a su dueño, informó un portavoz de la policía.
El Centro de Crisis de Bélgica, que coordina las medidas de seguridad, convocó al primer ministro, Charles Michel, y al ministro del Interior, Jan Jambon, para discutir el incidente.