Por Andrew R.C. Marshall y Aukkarapon Niyomyat
BANGKOK/HUA HIN, Tailandia (Reuters) - El partido político tailandés cuyo gobierno fue derrocado por los generales que mandan en el país negó el sábado haber tenido implicación alguna en los ataques con bombas en populares destinos turísticos que mataron a cuatro personas e hirieron a decenas en los últimos dos días.
Las explosiones el jueves y el viernes en cinco conocidos lugares turísticos del país se produce después de que los tailandeses votaran para aceptar una Constitución respaldada por los militares que allana el camino hacia unas elecciones a finales de 2017.
Los analistas dicen que las sospechas inevitablemente recaen en los enemigos de la junta militar derrotados en el referéndum o los insurgentes de provincias de mayoría musulmana en el sur del país, de mayoría budista.
El temor de que se culpe del ataque a los seguidores del ex primer ministro Thaksin Shinawatra y su hermana, Yingluck Shinawatra, entre ellos un movimiento opositor seguidor de los Shinawatras conocido como "camisas rojas", provocó la rotunda negación de un alto cargo del partido Puea Thai.
"La gente está enviando mensajes a través de redes sociales diciendo que Thaksin Shinawatra está detrás de estos actos", dijo Noppadon Pattama, un exministro.
"Es una calumnia y difamación. Cualquiera que haya sido primer ministro está preocupado por el país y no haría ese mal", dijo Noppadon, que formó parte de los gobiernos de Thaksin y Yingluk.
Ningún grupo ha reivindicado la responsabilidad de la serie de bombas, que afecta al sector turístico del país, uno de los pocos que brilla en la economía de Tailandia.
Durante más de una década, Tailandia ha estado dividida entre las fuerzas populistas lideradas por Thaksin, que fue derrocado en un golpe en 2006, y las elites monárquicas y militares, que lo acusan de corrupción.
Su hermana Yingluk obtuvo el poder en unas elecciones en 2011, antes de ser derrocada en otro golpe en 2014.
En el referéndum del pasado domingo, los votantes en el bastión de Thaksin, en el norte del país, votaron en contra de la constitución, que los opositores a la junta militar dicen que asentaría el poder de los militares y aumentaría las divisiones.