Por William James y Jeffrey Heller
LONDRES/JERUSALÉN (Reuters) - En una declaración de 67 palabras redactada hace 100 años, Reino Unido respaldó el establecimiento de un Estado judío en Oriente Próximo, lo que dio pie a un proceso que acabó con la creación de Israel y con uno de los conflictos más difíciles del mundo.
El jueves, líderes británicos e israelíes conmemorarán el centenario de la Declaración Balfour, llamada así por el ministro británico de Asuntos Exteriores que la redactó, con un banquete en la mansión Lancaster House de Londres.
Pero mientras la primera ministra británica, Theresa May, cene con su homólogo israelí Benjamin Netanyahu, manifestantes protestarán para exigir que Reino Unido reconozca el sufrimiento que dicen que la declaración causó al pueblo palestino, así como su reivindicación a tener un Estado propio.
"La razón por la que está concitando tanta atención es por el conflicto que provocó ... aún está ahí y existe la sensación, particularmente en el lado palestino, de (que es) una injusticia continua", dijo Ian Black, un académico del London School of Economics.
"Realmente es un tema que está vivo y es perjudicial y amargamente polarizador", agregó.
Aunque Israel elogia a Arthur Balfour, al que ha dedicado nombres de calles y una escuela en Tel Aviv, los palestinos denuncian que su declaración fue una promesa de Reino Unido de entregar tierras que no le pertenecían.
La declaración supone la raíz del conflicto territorial palestino-israelí que, después de varias guerras y décadas de diplomacia internacional, permanece sin solución.
Marchas con cerca de 1.000 manifestantes cada una tuvieron lugar en las ciudades cisjordanas de Ramallah y Nablús y en Gaza, una asistencia modesta frente a otras protestas políticas en esas áreas. Los manifestantes ondearon banderas palestinas y mostraron pancartas en que exigían que Reino Unido rectifique su "pecado histórico".
En Gaza, Ahmed Helles, un alto funcionario del movimiento Fatah del presidente Mahmoud Abbas, dijo: "Reino Unido debería sentirse avergonzado y estigmatizado por esta promesa y no realizar celebraciones".
Según extractos entregados en forma anticipada, May dirá durante el banquete: "Creo que (la declaración) exige de nosotros hoy una nueva resolución para respaldar una paz duradera que es de interés tanto de israelíes como palestinos, y de interés de todos nosotros".
Reino Unido mantuvo el control de Palestina, que había estado bajo gobierno de los turcos otomanos, desde 1922 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Israel declaró su independencia en 1948, al finalizar el mandato británico y después de que la Asamblea General de la ONU votó en 1947 a favor de un plan, rechazado por representantes palestinos, para realizar una partición de Palestina en un Estado árabe y otro judío.
En el conflicto regional que tuvo lugar posteriormente, desarrollado en una serie de guerras entre árabes e israelíes, los palestinos buscan establecer un Estado independiente en territorios capturados por Israel en la guerra de Oriente Próximo de 1967.