BERLÍN (Reuters) - Un tribunal alemán dictó el jueves que puede extraditar al expresidente catalán Carles Puigdemont por el delito de malversación de fondos públicos, aunque rechazó la solicitud de enviarlo a España por el delito más grave de rebelión.
Una fuente cercana al equipo de abogados de Puigdemont dijo que el exlíder catalán apelaría la decisión de extraditarlo desde Alemania por cualquier cargo.
Puigdemont fue detenido en Alemania después de que la justicia española emitiera una orden de arresto para investigarlo en España por los supuestos delitos de rebelión y malversación por su papel en la deriva independentista de Cataluña que llevaron a un referéndum de autodeterminación en la región el pasado 1 de octubre.
"El tribunal decidió esta mañana que es admisible una extradición bajo la acusación de malversación", dijo una portavoz del tribunal regional de Schleswig Holstein.
En respuesta a la decisión, los fiscales alemanes dijeron que decidirían pronto sobre si autorizan la extradición de Puigdemont, que fue detenido en Alemania en marzo.
La extradición sólo por el delito menos grave de malversación, que según el código penal español implica penas de cárcel entre dos y ocho años de prisión, supone que Puigdemont no podría ser juzgado en España por el delito más grave de rebelión, cuyas penas de cárcel llegan hasta los 30 años de prisión.
"La justicia alemana niega que el referéndum del 1 de octubre fuese rebelión", dijo Puigdemont en un tuit.
El presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, dijo el jueves que respetará la decisión de la justicia alemana sobre la eventual extradición del expresidente catalán.
"Lo importante es que (...) los hechos ocurridos en otoño de 2017 en Cataluña sean juzgados por tribunales españoles", dijo Sánchez en una rueda de prensa en Bruselas tras asistir a la cumbre de la OTAN.
Sánchez, que ha tendido la mano al gobierno regional secesionista de Cataluña para buscar una solución política por el conflicto independentista, se reunió esta semana con el nuevo presidente catalán, Quim Torra, en un nuevo gesto para destensar las relaciones entre la administración catalana y el Ejecutivo español.
Sánchez valoró positivamente que las dos partes han vuelto a sentarse a dialogar y reactivado las llamadas comisiones bilaterales, que llevan sin reunirse desde 2011, para temas tan importantes como las infraestructuras o transferencias de competencias pendientes desde la administración central al gobierno regional.
"Los gobiernos, el de España y en este caso también el de Cataluña, lo que tenemos que hacer es política. Y si empezamos a hablar de las cosas que nos unen probablemente podemos encarar las cosas que nos separan de una manera mucho más constructiva", dijo Sánchez.
Antes de la reunión entre ambos líderes, el Gobierno español inició el traslado a cárceles de Cataluña de los líderes independentistas que están en prisión preventiva por supuesta rebelión.
(Información de Holger Hansen y Belén Carreño,; escrito por Madeline Chambers y Paul Day, editado por Thomas Escritt y Gareth Jones. Traducido por Rodrigo de Miguel en la Redacción de Madrid)