LA HAYA Holanda (Reuters) - Holanda es responsable de aproximadamente 300 de las más de 8.000 muertes que se produjeron en la masacre de Srebrenica en 1995, informó un tribunal holandés el miércoles, colocando parte de la responsabilidad de la peor masacre registrada en Europa desde la Segunda Guerra Mundial sobre el Estado holandés.
Un tribunal de distrito de La Haya dijo que el contingente holandés de pacificación desplegado en Srebrenica, un enclave musulmán bosnio en el territorio tomado por los serbios, pudieron haber sabido que los 300 hombres que habían buscado refugio en su base en la localidad de Potocari serían asesinados si eran deportados desde el complejo holandés.
Añadió que el tribunal dijo que Holanda no era responsable de las muertes de quienes habían huido a los bosques que rodean Srebrenica, donde muchos de los hombres y niños fueron luego enterrados en fosas comunes.
La decisión podría ser un precedente con implicaciones para el futuro despliegue de pacificadores por parte de Holanda y otros países.
Durante la guerra de Bosnia, el batallón holandés Dutchbat quedó desplegado para proteger Srebrenica, que había sido considerada refugio seguro por las Naciones Unidas, pero se rindió ante el Ejército serbobosnio dirigido por Ratko Mladic, que está siendo juzgado por crímenes de guerra en el tribunal internacional de La Haya.
El caso fue planteado por las Madres de Srebrenica, un grupo que representa a familiares de las víctimas que fracasaron en su intento de que las Naciones Unidas fueran consideradas responsables de la masacre.
"En el momento en el que los hombres fueron enviados fuera, el Dutchbat sabía, o debería haber sabido, que se estaba produciendo un genocidio y que por ello había un serio peligro de que había hombres que estaban siendo asesinados", dijo el juez Peter Blok.
El fracaso de los soldados holandeses en proteger a los varones musulmanes de Srebrenica ha dejado una profunda herida en la política holandesa, contribuyendo a la dimisión del Gobierno holandés en 2002.
Los tres años de guerra en Bosnia, en los que al menos murieron 100.000 personas, fueron los más sangrientos de una serie de conflictos que acompañaron la desintegración de Yugoslavia en los años 90.