ESTAMBUL, 21 mar (Reuters) - Un superyate vinculado al oligarca ruso sancionado Roman Abramóvich navegaba el lunes a pocos kilómetros de la costa del suroeste de Turquía, después de haber bordeado las aguas de la Unión Europea en los últimos días, según mostraron los datos de seguimiento del barco.
Abramóvich fue uno de los multimillonarios rusos que se añadieron la semana pasada a una lista negra de la UE que ya incluía a docenas de rusos adinerados, y los Gobiernos de la UE han actuado para confiscarles yates y otros bienes de lujo.
Los Gobiernos del mundo tratan de aislar al presidente Vladimir Putin y a sus aliados por la invasión rusa de Ucrania, que el Kremlin califica de "operación especial".
La semana pasada, Abramóvich voló a Moscú tras salir de Estambul en su jet privado. Según los datos de seguimiento de los vuelos, se trataba del segundo viaje de un jet vinculado a Abramóvich entre la ciudad turca y la capital rusa en tres días.
El yate Solaris (OTC:SPCL), de 140 metros de eslora, que navega con bandera de las Bermudas según el sitio de seguimiento Marine Traffic, abandonó el 8 de marzo un astillero de Barcelona en el que había sido reparado.
El 13 de marzo partió de Tivat, ciudad turística del Adriático, con destino a Turquía, y en los últimos días rodeó la isla griega de Creta. El sitio de seguimiento mostró que el lunes se encontraba a unos 3 km (1,9 millas) de la costa de Turquía, en dirección a la localidad de Datca.
El superyate fue construido en un astillero alemán y se hizo a la mar por primera vez a principios del año pasado. Forma parte de una serie de yates propiedad de Abramóvich, según informan las publicaciones de artículos de lujo SuperYachtFan, SuperYacht Times y Forbes.
Se ha confirmado que varios grupos han presentado ofertas para comprar el equipo de fútbol inglés Chelsea a Abramóvich. El club también se vio afectado por las sanciones del Gobierno británico tras la invasión de Rusia.
(Información de Yesim Dikmen y Dominic Evans; Escrito por Daren Butler; Edición de Jonathan Spicer y Mark Heinrich; Traducción de Flora Gómez)