Por Luis Ampuero
BUENOS AIRES (Reuters) - La selección ecuatoriana de fútbol dio el jueves la gran sorpresa del inicio de la eliminatoria sudamericana al Mundial 2018 al vencer 2-0 como visitante a una Argentina que careció de ideas y pareció sufrir demasiado por la ausencia de su gran estrella Lionel Messi.
Ecuador se impuso por primera vez en Buenos Aires con goles de Fickson Erazo a los 80 minutos y Felipe Caicedo a los 82.
El encuentro se disputó en un estadio Monumental de River Plate con muchos claros en sus tribunas, tal vez otra de las consecuencias de la ausencia de Messi, que padece una lesión de rodilla que lo tendrá ocho semanas sin jugar.
Después del partido el técnico argentino Gerardo Martino, reconoció la superioridad de Ecuador y calificó la actuación de su equipo como "una mala noche".
"Tuvimos 10 minutos iniciales donde encontramos algunas buenas pelotas en la espalda (del mediocampo rival). Después Ecuador nos superó, nos hicieron daño, nos costaba mucho circular y salir rápido, si uno se pone a analizar la mayoría de los puntos son flojos", explicó Martino al canal TyCSports.
"Los ecuatorianos tuvieron llegadas más claras en el primer tiempo que en el segundo, nosotros perdimos la forma del equipo por la desesperación de querer empatar el partido", destacó.
El defensor Nicolás Otamendi también se mostró dolido por la mala actuación del equipo. "Esperábamos hacer un buen partido pero no salió nada de lo que hablamos. Quisimos tener la pelota, jugar. No nos salió lo que pretendimos", destacó.
Los jugadores ecuatorianos se abrazaron y saltaron en el campo de juego festejando la victoria, mientras que Martino se fue enfadado en medio de los insultos de los hinchas que aplaudieron al equipo de Ecuador.
La derrota fue la segunda de Argentina en 22 años en el estadio Monumental de Buenos Aires, donde en 1993 cayó 5-0 ante Colombia. La "albiceleste" de Diego Maradona también perdió en Rosario contra Brasil en un partido por la eliminatoria para el Mundial de Sudáfrica 2010.
La próxima semana, Ecuador recibirá en Quito a Bolivia, mientras que Argentina visitará a Paraguay.