MADRID (Reuters) - Decenas de miles de personas unieron sus manos el domingo entre las tres capitales del País Vasco, formando una cadena humana de unos 202 kilómetros en un acto dirigido a pedir el derecho de autodeterminación en la región.
La cadena, organizada por el grupo vasco Gure Esku Dago (Está en nuestras manos) unió San Sebastián, Bilbao y Vitoria.
Aunque la mayoría en el País Vasco no apoya la independencia, muchos creen que la población debería poder tener el derecho de votar en la región, que tiene un amplio autogobierno y competencias.
El Gobierno español ha considerado ilegal cualquier votación regional sobre autodeterminación por ser contraria a la Constitución, una visión respaldada por el Tribunal Constitucional a medida que el impulso separatista en Cataluña cristalizaba en octubre con un referéndum y una declaración de independencia que desencadenó la intervención de la región.
La protesta en el País Vasco se asemeja una realizada en Cataluña en 2013 para pedir la independencia, que recorrió la región de norte a sur, en un momento en el que crecía el impulso independentista en la región.
El nuevo Ejecutivo español, liderado por el socialista Pedro Sánchez tras una exitosa moción de censura contra el conservador Mariano Rajoy apoyada por nacionalistas vascos y catalanes, ha hecho varios gestos en los últimos días a favor del diálogo para descongelar la relación con el Gobierno catalán.