Por Anuradha Nagaraj
CHENNAI, India (Thomson Reuters Foundation) - La muerte de 10 trabajadores por la explosión de una caldera en una fábrica textil de Bangladesh es uno de la serie de accidentes mortales que ilustran el abandono de la seguridad en los lugares de trabajo, dijeron el martes líderes sindicales.
En exigencia de una implementación más efectiva de las regulaciones puestas en marcha tras el desastre del Plaza Rana en 2013 en el que murieron más de 1.100 personas, los sindicatos de trabajadores han pedido tolerancia cero con este tipo de fallos en la seguridad.
"No puede haber negociaciones sobre la seguridad de los trabajadores ni tolerancia para este tipo de accidentes", dijo Amirul Haque Amin, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores de la Confección, siete de cuyos miembros estaban entre los 50 heridos de la explosión de la fábrica.
"Después del Rana Plaza, las reuniones de varias partes implicadas han resultado en una mejor regulación de la industria, pero las víctimas en este tipo de accidentes todavía siguen siendo altas".
La explosión de la caldera el lunes por la noche ocurrió en una planta de Multifabs Limited, una compañía bangladeshí en las afueras de la capital, Daca.
La empresa suministra prendas de punto a clientes en Suecia, Dinamarca, Alemania, Rusia, España, Holanda y Reino Unido, incluido Littlewoods, una de las marcas minoristas británicas más antiguas.
La compañía dijo que la planta estaba funcionando bien y que la caldera, adquirida en Alemania, acababa de repararse. La empresa había estado cerrada durante 10 días con motivo del Eid al final del mes santo musulmán del Ramadán, y se estaba preparando para reanudar las operaciones a partir del martes.
La compañía había sido objeto de revisiones de seguridad independientes obligatorias ya que suministra a marcas que son firmantes del Acuerdo de Bangladesh sobre incendios y seguridad en la construcción, un marco independiente y legalmente vinculante establecido tras el suceso del Rana Plaza.
La industria de confección de prendas de vestir de Bangladesh, la mayor del mundo después de China, fue objeto de escrutinio tras el derrumbe del complejo de ocho plantas de Rana Plaza y un incendio en una fábrica de confección en 2012 en el que murieron 112 trabajadores.
"La implementación de varios programas desde (el suceso de) Rana Plaza ha sido desigual y este accidente es un recordatorio de que tiene que haber una mayor capacidad de construcción sobre el terreno", dijo Raisul Islam Khan, de UNI Global Union, una federación de sindicatos.
El departamento de trabajo de Bangladesh necesita ser fortalecido, inspectores laborales mejor cualificados y se necesitan más iniciativas locales para tapar las grietas, dijo a Thomson Reuters Foundation.
Los activistas dicen que los progresos en la resolución de problemas en la cadena de suministro han sido lentos en una industria que emplea a 4 millones de personas y genera el 80 por ciento de los ingresos por exportaciones de Bangladesh.
Han criticado a muchos minoristas por no mejorar las condiciones de trabajo - con largas jornadas, salarios bajos, normas de seguridad deficientes y sin permitírseles formar sindicatos con quejas comunes de trabajadores de la confección.
"El accidente muestra que el proceso que comenzó después del Rana Plaza está lejos de terminarse y que necesitan acelerarse las reformas", dijo Amin.
(Información Anuradha Nagaraj; Traducido por Raquel Castillo en Madrid)