Por Mauro Buccarello
LAMPEDUSA, Italia, 24 jul (Reuters) - Alrededor de 100 migrantes que cruzaron el Mediterráneo en pequeñas embarcaciones desembarcaron en la isla italiana de Lampedusa durante la pasada noche, la última de una oleada de llegadas que ha puesto a prueba un centro de detención ya superpoblado.
Las autoridades dijeron que los migrantes, procedentes de Libia, fueron o bien rescatados en el mar o lograron evitar ser detectados y llegaron a la isla mediterránea por sus propios medios.
La llegada de pequeñas embarcaciones, algunas de ellas con tan sólo ocho personas a bordo, elevó a casi 1.000 el número de migrantes que han llegado a la isla desde Libia en los últimos tres días.
Unas 15 embarcaciones con alrededor de 300 migrantes a bordo llegaron durante la noche entre miércoles y el jueves.
Fueron ingresados en un centro de detención llamado "hotspot", que en inglés significa "punto caliente". Diseñado para albergar a unas 100 personas, en los últimos días ha acogido a casi 10 veces más.
Las autoridades locales ordenaron esta semana el traslado urgente de unos 300 inmigrantes a otro centro en Sicilia.
La reciente afluencia masiva a Lampedusa y el hacinamiento de los llegados también ha hecho que la inmigración resurja como un asunto político en el país.
El exministro del interior Matteo Salvini, líder del partido antiinmigración Liga, visitó Lampedusa y el "hotspot" el miércoles, acusando al Gobierno del primer ministro Giuseppe Conte de ser blando con la inmigración ilegal.
"Estoy deseando volver a un Gobierno con gente seria para poder cerrar de nuevo los puertos a los delincuentes y reabrirlos a los ciudadanos respetuosos de la ley", dijo a sus seguidores en la isla.
Cuando era ministro del Interior en el anterior Gobierno italiano, que se disolvió hace aproximadamente un año, Salvini cerró los puertos italianos a los barcos de rescate de las ONG.
En respuesta, Enrico Borghi, del gobernante Partido Democrático, acusó a Salvini de ser un "demagogo" y dijo que el actual Gobierno no va a "ver a hombres y mujeres ahogarse".
(Escrito por Philip Pullella; editado por Giles Elgood; traducido por Darío Fernández en la redacción de Gdansk)