Por Riham Alkousaa
BERLÍN, 16 feb (Reuters) - Una película de la Berlinale sobre el mayor partido de extrema derecha de Alemania ofrece un retrato sobre el terreno de una organización caótica acosada por las luchas de poder y resentida por el rechazo de las corrientes políticas mayoritarias.
El documental "Un partido alemán", estrenado el miércoles en el Festival de Cine de Berlín, sigue al partido Alternativa para Alemania (AfD) durante más de dos años, mostrando las reuniones internas del primer grupo de extrema derecha que se sienta en el Parlamento desde la década de 1960.
Dividida en seis capítulos, la película es puramente observacional, sin comentarios ni entrevistas que expliquen el contexto de los acontecimientos.
"La pregunta era: ¿Puedo ver algo que no sea solo lo que ellos quieren que vea? ¿Puedo ver detrás de la fachada un poco más?", dijo a Reuters el director alemán Simon Brueckner.
Con un equipo de dos personas y 500 horas de material, Brueckner muestra un partido que lucha por definir su carácter y escapar del aislamiento que le imponen el resto de partidos.
Describe la película como un documental artístico que muestra una experiencia única y compleja de un mundo cerrado.
La película muestra cómo las facciones más radicales del partido, la "Alternativa Joven" y la llamada "Ala", que han sido clasificadas por el servicio de inteligencia nacional como presuntos grupos extremistas, luchan con las voces moderadas del grupo a nivel regional y nacional.
"La película es algo así como una oferta para las personas que se preguntan cómo sucedió exactamente", dijo Brueckner.
La AfD entró en el parlamento nacional en 2017, tras ganar votos entre los votantes enojados con la decisión del Gobierno de acoger a casi un millón de solicitantes de asilo de Oriente Próximo y África.
Los partidos políticos mayoritarios la acusan de fomentar las divisiones mediante ataques verbales a los musulmanes y a los inmigrantes. La AfD ha negado albergar opiniones racistas.
La exclusión que siente el partido ayudó a Brueckner a convencer a sus políticos para que le permitieran entrar en sus reuniones internas, dijo.
"Dije: 'Quiero mostraros; quiénes sois. Quiero conocer vuestro mundo'", añadió Brueckner. Mantener la mente abierta durante el rodaje y gestionar la desconfianza y el rechazo de algunos de sus políticos fueron algunos de los mayores retos.
La AfD no influyó en lo que se presenta en la película ni la vio antes de su estreno en el festival, dijo.
(Reporte de Riham Alkousaa; edición de William Maclean; traducido por Tomás Cobos)