Por Noah Barkin
(Reuters) - Con un encendido discurso en defensa de sus políticas de refugiados, Angela Merkel esquivó esta semana las críticas de los conservadores, reiterando el control sobre su partido y saliendo fortalecida de cara a un cuarto mandato como canciller alemana para 2017.
Sin embargo, el encuentro de su partido, Unión Democrática Cristiana (CDU) en la ciudad de Karlsruhe, en el sur del país, podría también ser recordada como la fiesta de presentación de Julia Kloeckner, de 43 años, conocida por haber sido anteriormente la "reina del vino" de Alemania, que se ha ido posicionando discretamente como una posible candidata para sustituir a Merkel, cuando ésta decida apartarse.
Kloeckner, la líder de la CDU en el estado de Renania-Palatinado, es una excepción en el mundo de la política alemana, en el que la seriedad y sobriedad son a menudo más valorados que el carisma y lo llamativo.
A diferencia de Merkel, ella se siente sorprendentemente a gusto frente a las cámaras. Elegida una vez la "reina del vino", una especie de embajadora de Renania, Kloeckner creció en una granja del oeste de Alemania donde conducía un tractor y cuidaba caballos, vacas y cerdos. La posible candidata ha conseguido conectar bien con las filas más conservadoras y tradicionales del partido.
Al igual que con la canciller, Kloeckner fue subestimada cuando entró en 2002 en el mundo de la política, animada por amigos de la CDU que estaban a favor de aumentar el número de mujeres en el Bundestag.
Para mantener su impulso actual, Kloeckner deberá ganar una elección en marzo en la región del Rin, donde los socialdemócratas rivales (SPD) llevan gobernando desde hace un cuarto de siglo.
Romper su hegemonía podría resultar muy complicado, en parte porque Kloeckner tendrá que colocarse frente a frente contra la popular líder de los SPD, Malu Dreyer, resultando la primera vez que dos mujeres lideran los dos principales partidos alemanes, peleando en una votación estatal.