Por John Irish
PARÍS, 16 mayo (Reuters) - La policía de Francia, que ha tenido que lidiar con dos ataques terroristas en un año y con frecuentes protestas callejeras, se enfrenta ahora a la tarea de garantizar la seguridad de millones de aficionados al fútbol durante la Eurocopa 2016 que comienza en el país el próximo mes.
La cantidad de policías y gendarmes franceses llega casi a 200.000, tras el recorte de alrededor de 13.000 efectivos desde el 2007 como parte de los intentos del Gobierno por reducir el gasto público.
Incluso antes de los ataques del grupo yihadista Estado Islámico perpetrados en noviembre en París, y el posterior estado de emergencia que amplió sus funciones, los encargados de mantener el orden en Francia habían acumulado 20 millones de horas extras, equivalentes a tres semanas cada uno.
Ahora, la policía local se prepara para vigilar la Eurocopa que se disputará entre el 10 de junio y el 10 de julio, un torneo al que asistirán alrededor de 2,5 millones de personas en 10 estadios de todo el país.
A eso se le suman los eventos conocidos como "fan zones", que congregarían a otros 7,5 millones de personas, y el Tour de Francia que en julio.
"Estamos siendo muy requeridos por el estado de emergencia y está claro que si seguimos como ahora para fines de año vamos a empezar a ver a personas enfermas y deprimidas", dijo a Reuters el líder sindical de la policía Denis Jacob. "Al fin y al cabo somos humanos", agregó.
Los eventos también llegan en un momento de agitación civil antes de las elecciones presidenciales del 2017, que ha generado violentas protestas contra una ley de reforma laboral. Desde que comenzaron las protestas hace dos meses, varios cientos de policías han resultado heridos en enfrentamientos.
Los sindicatos policiales han llamado a una manifestación nacional el miércoles para destacar sus duras condiciones de trabajo y el aumento de la retórica antipolicial de los grupos de protesta en las últimas semanas.
La policía asegura que ha recibido un número creciente de quejas de agentes por las tensiones a las que se enfrentan y que a pocas semanas de la Eurocopa no hay capacidad o un plan para aliviar su carga de trabajo.
Algunos agentes también destacan que un récord de 77 policías se suicidó en 2014 y que 70 lo hizo el año anterior, frente a los 53 del 2010.
El Gobierno, por su parte, reconoce la fuerte responsabilidad que recae sobre la policía en estos momentos y asegura que está tratando de aliviar parte de la carga, prometiendo 9.000 nuevos efectivos, de los cuales alrededor de 800 se deben unir a la fuerza en junio.
Si bien expertos en seguridad y funcionarios policiales han dicho que las "fan zones" serán el mayor reto, se muestran confiados.
"Estamos en la cuenta atrás", dijo a Reuters Ziad Khoury, jefe de seguridad de la Eurocopa.
"No estamos estresados. La clave es mantener la calma y organizar bien las cosas. Todo el mundo está comprometido y es una ventana para mostrar nuestro conocimiento en la gestión de grandes eventos y nuestra seguridad. Es positivo para nuestro país", agregó.