GINEBRA, 9 feb (Reuters) - UNICEF declaró el viernes que era probable que 700.000 niños sufrieran la peor forma de desnutrición en Sudán este año, y que decenas de miles podrían morir.
La guerra que libran desde hace 10 meses las fuerzas armadas de Sudán y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FPR) ha devastado las infraestructuras del país, provocado advertencias de hambruna y desplazado a millones de personas dentro y fuera del país.
"Las consecuencias de los últimos 300 días significan que es probable que más de 700.000 niños sufran este año la forma más mortífera de desnutrición", declaró James Elder, portavoz de UNICEF, en una conferencia de prensa en Ginebra.
"UNICEF no podrá tratar a más de 300.000 de ellos sin un acceso mejorado y sin apoyo adicional. En ese caso, decenas de miles morirían probablemente".
Elder definió la forma más peligrosa de desnutrición como desnutrición aguda grave, que hace que un niño tenga 10 veces más probabilidades de morir de enfermedades como el cólera y el paludismo. Dijo que se preveía que 3,5 millones de niños sufrieran desnutrición aguda.
UNICEF suministra a Sudán alimentos terapéuticos listos para usar, alimentos que salvan vidas y tratan la emaciación grave en niños menores de cinco años.
UNICEF solicita 840 millones de dólares para ayudar a algo más de 7,5 millones de niños sudaneses este año, pero Elder lamentó la falta de fondos recaudados en llamamientos anteriores.
"A pesar de la magnitud de las necesidades, el año pasado no se consiguieron los fondos que UNICEF pedía para casi tres cuartas partes de los niños de Sudán", dijo Elder.
El miércoles, Naciones Unidas instó a los países a no olvidar a los civiles atrapados en la guerra de Sudán, solicitando 4.100 millones de dólares para cubrir sus necesidades humanitarias y apoyar a los que han huido a países vecinos.
La mitad de la población de Sudán —unos 25 millones de personas— necesita ayuda humanitaria y protección, mientras que más de 1,5 millones de personas han huido a la República Centroafricana, Chad, Egipto, Etiopía y Sudán del Sur, según la ONU.
(Información de Gabrielle Tétrault-Farber; editado por Alison Williams; editado en español por Javi West Larrañaga)