Por Andrius Sytas y Joanna Plucinska
KAPCIAMIESTIS, Lituania/VARSOVIA, 11 nov (Reuters) - Los países limítrofes con Bielorrusia advirtieron el jueves que la crisis migratoria en las fronteras orientales de la Unión Europea podría convertirse en una confrontación militar, mientras que Ucrania dijo que desplegará miles de tropas más para reforzar su frontera.
Lituania, Estonia y Letonia dijeron que Bielorrusia representa serias amenazas para la seguridad europea al intensificar deliberadamente su "ataque híbrido" utilizando a inmigrantes para tomar represalias por las sanciones de la UE.
"Esto aumenta la posibilidad de provocaciones e incidentes graves que también podrían extenderse al dominio militar", dijeron en una declaración conjunta los ministros de Defensa de Lituania, Letonia y Estonia.
Si bien no es miembro de la UE, Ucrania teme convertirse en otro punto caliente en la escalada de la crisis migratoria. Kiev anunció maniobras y el despliegue de 8.500 soldados y policías adicionales en la larga frontera norte del país con Bielorrusia.
Migrantes varados en Bielorrusia arrojaron piedras y ramas a los guardias fronterizos polacos y usaron troncos para tratar de derribar una cerca de alambre de púas durante la noche, en nuevos intentos de ingresar a la UE por la fuerza, dijeron las autoridades en Varsovia.
La UE dice que Minsk está alentando a que miles de migrantes que huyen de otras partes del mundo devastadas por la guerra intenten cruzar sus fronteras, por lo que podría imponer el mismo lunes nuevas sanciones a Bielorrusia y a las aerolíneas que transportan a los migrantes.
El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, amenazó con tomar represalias, cerrando incluso el tránsito de gas natural ruso a través de su territorio, aunque no hubo una respuesta inmediata de Rusia, su estrecho aliado y patrocinador financiero.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha prometido que Moscú intentará ayudar a Europa a sobrellevar una crisis energética, al tiempo que espera que las autoridades alemanas certifiquen pronto el gasoducto Nord Stream 2, que transportará más gas ruso a Alemania.
Moscú reaccionó con enojo en el pasado cuando Ucrania, otro país de tránsito, interrumpió el suministro de gas a Occidente, mientras que Lukashenko ha resultado ser un socio difícil, haciendo caso omiso a sus deseos en algunas ocasiones mientras aceptaba préstamos y energía subsidiada.
Rusia envió dos bombarderos estratégicos para patrullar el espacio aéreo bielorruso el miércoles, en una muestra de apoyo a su aliado. Minsk indicó que los aviones rusos llevaron a cabo simulacros por segundo día el jueves.
"Sí, estos son bombarderos capaces de llevar armas nucleares", dijo Lukashenko. "Pero no tenemos otra opción. Debemos ver qué están haciendo allí más allá de las fronteras".
Asimismo, aseguró que se estaban haciendo intentos de transferir armas a los migrantes, en lo que describió como una provocación en comentarios realizados a sus medios estatales. No proporcionó ninguna prueba y no estaba claro a quién estaba acusando de hacer esto.
El Kremlin dijo que Rusia no tiene nada que ver con las tensiones y sugirió que la presencia de personas fuertemente armadas en ambos lados es motivo de preocupación. También rechazó como "loca" una sugerencia incluida en un reporte de prensa que indicó la aerolínea de bandera estatal rusa Aeroflot podría sufrir sanciones de represalia.
(Reporte de Alan Charlish en Suprasl, Polonia, Joanna Plucinska en Varsovia, Andrius Sytas en Kapciamiestis, Lituania, Sabine Siebold, Robin Emmott y Jan Strupczewski en Bruselas, Maxim Rodionov, Tom Balmforth y Andrew Osborn en Moscú y Pavel Polityuk en Kiev; escrito por Matthias Williams; editado en español por Darío Fernández y Carlos Serrano)