Por Valerie Volcovici y Sue-Lin Wong
WASHINGTON/BEIJING (Reuters) - La elección como presidente de Estados Unidos de Donald Trump, un escéptico sobre el cambio climático, probablemente pondrá fin al rol de liderazgo del país norteamericano en la lucha internacional contra el calentamiento global y podría conducir a la aparición de un nuevo e improbable paladín: China.
El gigante asiático trabajó estrechamente con el Gobierno del presidente saliente Barack Obama para impulsar un acuerdo sobre el cambio climático, el que finalmente se selló en París en 2015. La asociación de los dos mayores emisores de gases de efecto invernadero ayudó a que cerca de 200 países apoyaran el pacto en el histórico encuentro en la capital francesa.
En contraste, Trump ha calificado el calentamiento global como un engaño creado por China para darle una ventaja económica y dijo que planea retirar a Estados Unidos del histórico acuerdo, además de revertir muchas de las medidas de Obama para combatir el cambio climático.
El magnate inmobiliario nombró al escéptico Myron Ebell para ayudar a planificar la transición de la Agencia de Protección Ambiental, que ha elaborado las principales regulaciones ambientales de la administración actual, como el Plan de Energía Limpia y los estándares de eficiencia para automóviles y camiones.
Con este panorama, Beijing está a dispuesto a asumir el liderazgo en un tema que para muchos gobiernos es uno de los más urgentes en su agenda.
"Actuar de manera proactiva contra el cambio climático mejorará la imagen internacional de China y le permitirá ocupar un terreno moral alto", dijo a Reuters Zou Ji, subdirector del Centro Nacional para la Estrategia del Cambio Climático y negociador chino en las conversaciones sobre el clima.
Zou dijo que si Trump abandona los esfuerzos para implementar el acuerdo de París, "es probable que la influencia y la voz de China aumenten en la gobernanza climática global, lo que luego se extenderá a otras áreas (...) e incrementará la posición, el poder y el liderazgo global de China".
El Acuerdo de París busca eliminar gradualmente las emisiones netas de gases de efecto invernadero en la segunda mitad del siglo y limitar el calentamiento global a "muy por debajo" de los 2 grados Celsius sobre los niveles preindustriales. Cada país ha presentado planes nacionales para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.