Por Thomas Escritt
SPIJKENISSE (Reuters) - Geert Wilders lanzó el sábado su campaña electoral prometiendo acabar con "la escoria marroquí", que según dijo estaba llevando inseguridad a las calles, e instando a los holandeses a "recuperar" su país votando a su antimusulmán y antieuropeísta Partido de la Libertad.
Wilders estuvo rodeado de guardias de seguridad y policías durante su paseo por el bastión de su partido de Spijkenisse, parte de la zona industrial étnicamente diversa que rodea el gran puerto de Rotterdam.
"Hay mucha escoria marroquí en Holanda que hace las calles inseguras", dijo. "Si quiere recuperar su país, hacer que los Países Bajos sean de nuevo para el pueblo de los Países Bajos, entonces sólo se puede votar a un partido".
Wilders, que ha vivido en la clandestinidad desde el asesinato por parte de un islamista del cineasta holandés Theo van Gogh, espera que un alza mundial del populismo lo impulse al poder en las elecciones parlamentarias del 15 de marzo. Sus promesas de campaña incluyen la prohibición de la inmigración musulmana, el cierre de todas las mezquitas y el abandono de la Unión Europea.
Sin embargo, las políticas sociales eran más importantes para muchos de sus partidarios que esperaban para verlo en el mercado de Spijkenisse.
"Lo más importante para mí es rebajar la edad de jubilación a 65 años", dijo Wil Fens, de 59 años, que trabaja como operador de grúas en el puerto.
Unos pocos manifestantes sostenían pancartas que calificaban de extremista a Wilders.
Wilders dijo que los votantes holandeses desafiarían "la campaña de miedo de la élite" para ponerlo en el poder, lo que a su vez impulsaría a su aliada de la extrema derecha francesa Marine Le Pen y al partido Alternativa por Alemania, que aspiran a transformar la política europea en las elecciones de este año.
El partido de Wilders va en cabeza en las encuestas de opinión con un 17 por ciento, una ventaja mínima sobre los liberales del primer ministro Mark Rutte, que acercó posiciones sumando parte de su retórica contra la inmigración y gracias a una economía en expansión.
Pero incluso aunque gane, Wilders tendría dificultades para formar gobierno, dado que la mayoría de los grandes partidos han descartado unirse a una coalición con él, al considerar sus políticas como ofensivas o incluso inconstitucionales.
El fragmentado panorama político significa que será casi inevitable un gobierno de coalición de cuatro o más partidos.