Por Howard Schneider
WASHINGTON (Reuters) - Se espera que la Reserva Federal de Estados Unidos anuncie el miércoles el final de su programa de compras de bonos, cerrando un capítulo polémico en su respuesta a la crisis global aún en momentos en que lucha por organizar un retorno pleno a una política monetaria normal.
La Fed probablemente anunciará al final de una reunión de dos días que ya no aumentará sus tenencias de bonos del Tesoro estadounidense y valores respaldados por hipotecas, deteniendo los últimos 15.000 millones de dólares en compras mensuales bajo un programa que en su punto máximo bombeó 85.000 millones de dólares al mes en el sistema financiero.
Aún cuando es un paso simbólico importante, el final de las compras dejará a la Fed lejos de una posición normal.
Ha destinado a estímulos más de cuatro billones de dólares, los tipos de interés se mantienen en cero, y por si fuera poco, los acontecimientos recientes han aumentado el riesgo de que el banco central tenga que seguir apuntalando a la economía estadounidense por más tiempo que lo previsto hace sólo unas semanas.
El comunicado que la Fed ofrecerá a las 1400 hora local (1800 GMT) será revisado cuidadosamente para detectar señales de cómo la inflación débil, el crecimiento global ralentizado y la reciente volatilidad de los mercados financieros han influido en las autoridades del banco central.
No hay una conferencia de prensa programada después de la reunión y no se ofrecerán previsiones económicas nuevas de los responsables de la Fed.
"Ellos están preocupados por la economía global", y es probable que dejen gran parte de sus términos intactos en lugar de señalar un avance hacia un alza de tipos de interés, escribió Vincent Reinhart, analista de Morgan Stanley, en una vista previa de la reunión.
La atención se centrará en si la declaración de la Fed sigue haciendo referencia a una laxitud "significativa" en el mercado laboral de Estados Unidos, y si mantiene los términos que indican que los tipos continuarán bajos por un "tiempo considerable", como espera la mayoría de los economistas.