Por Adam Jourdan y Tom Westbrook
SHANGHÁI/SÍDNEY (Reuters) - Fanáticos de Apple Inc (NASDAQ:AAPL) desde Sídney a Shanghái, los primeros clientes a nivel mundial en acceder al nuevo iPhone 7 en las tiendas, vitorearon al salir de los comercios el viernes con sus compras en mano, flanqueados por personal de ventas que los aplaudían.
Pero detrás de esa fanfarria habitual, fueron menores las multitudes y los grupos de quienes acamparon en la noche en las puertas de las tiendas de Apple. Además, se registraron quejas de algunos clientes porque la versión de mayor tamaño y los modelos con el nuevo color negro azabache se agotaron.
Esto se explica en parte porque las compras por internet hicieron innecesario hacer cola, excepto para los seguidores más acérrimos. En las tiendas chinas, las filas estaban compuestas sólo por aquellos que habían ordenado por adelantado para recoger sus dispositivos.
En mercados como China, el interés en internet por el nuevo teléfono también ha sido débil respecto a lanzamientos anteriores, dado que marcas locales más baratas están mejorando sus características, diseño y promociones.
Las ventas en China serán la prueba de fuego para Apple el año que viene: el éxito del iPhone 6 en el país asiático guió las ventas de 2015, mientras que los débiles resultados del 6S contribuyeron a que la empresa tuviera este año su primer declive de ingresos globales en más de una década.
Las conversaciones sobre el lanzamiento del iPhone 7 en el microblog chino Weibo han sido mucho menores que cuando debutó el iPhone 6, en 2014. Un índice de búsquedas en Baidu Inc (NASDAQ:BIDU), el motor de búsqueda más popular de China, muestra que el nuevo aparato queda rezagado tanto respecto al iPhone 6 como al iPhone 5.
"Desde Steve Jobs a Tim Cook, Apple nunca ha tenido ninguna estrategia de promoción hecha a la medida de China", opinó Zhou Zhanggui, consultor estratégico en Pekín. "Apple se arriesga a perder más si no atiende las demandas locales en su promoción así como se ocupa del diseño de sus productos".