Emilio L. es un bolsista amigo. Me envía un correo, a propósito de la depresión en la que han caído muchos analistas y participantes en el mercado por las medidas adoptadas el jueves pasado por Mario Draghi (antes le llamaban Super Mario). Esperaban más. Esperaban nuevos globos bien inflados con el gas de la risa. Y me escribe Emilio un retazo de la revista Muy Interesante: "El óxido nitroso, popularmente conocido como gas de la risa, se ha convertido en los últimos años en una de las drogas lúdicas más populares en clubes, discotecas y fiestas privadas de Europa. Los jóvenes se pasan globos llenos de este gas incoloro para inhalarlo dos o tres veces y experimentar cierta embriaguez o una sensación de bienestar y alegría. Aunque el efecto suele prolongarse como máximo tres minutos, su consumo continuado no sólo crea adicción -como cualquier otro estupefaciente-, sino que también puede dañar la médula espinal...".
"Esta secuela se debe a que el óxido nitroso bloquea la acción de la vitamina B12. Además, las sobredosis causan desmayos y hasta paradas respiratorias. El gas hilarante fue descubierto a finales del siglo XVIII por el químico británico Joseph Priestley, pero sólo a partir de 1840 empezó a emplearse como anestésico en medicina, uso que se le da en la actualidad...".
"Esto es lo que pasa en los mercados: quieren más y más y desprecian los razonamientos de personas sabias que dan sabios consejos. A éstas les han parecido muy bien las medidas de Draghi, porque muestran templanza, orden y concierto. El Banco Central Europeo quiere medir bien las cosas. Así lo han manifestado desde el ministro Guindos al FMI pasando por el Bundesbank...".
"De cualquier modo, aún hay muchos globos llenos de gas de la risa. Pero cuando uno alcanza un nivel de drogodependencia extremo, no hay límites a la hora de pedir más y más para consumir. Esos excesos hay que corregirlos".
"He leído en LACARTADELABOLSA una reflexión de José Luis Martínez Campuzano, que considero muy acertada respecto a este asunto. ¿Qué pasó de puertas para adentro en la reunión del jueves del BCE? Muchos analistas consideran, con razón en mi opinión, que el propio Draghi había alimentado expectativas de importantes decisiones para la Reunión que finalmente apenas se han materializado en un recorte de 10 p.b. en el tipo de depósito (sí, también se decidió la reinversión de principales de la deuda y el alargamiento del QE...pero sin impacto a corto plazo). Sí, ¿qué pasó en la reunión para frustrar las expectativas creadas?...".
"De hecho, la conferencia posterior fue una segunda frustración al evitar crear nuevas expectativas: el EUR fue citado de pasada, se mantuvieron básicamente las perspectivas de crecimiento e inflación, se pidió tiempo para valorar la bondad de las medidas tomadas, se evitó hablar de la situación de la banca (y de los préstamos fallidos, algo que sí fue recurrente en las comparecencias anteriores) y no se hizo mucho énfasis en los riesgos para el escenario. Sinceramente, fue tan inquietante lo que no dijo o pasó por encima como la falta de medidas concretas que ya se habían descontado...".
"Draghi mencionó que las medidas tomadas lo fueron por amplia mayoría. Inmediatamente el mercado ha comenzado a especular sobre el número de disidentes, en esta ocasión probablemente demasiado amplio como para profundizar con nuevas decisiones. Pero, en estos momentos deben considerar algo que es muy relevante: las medidas que toman los bancos centrales deben ser ampliamente comprendidas y asimiladas por el mercado. En definitiva, no estamos en un momento en que los bancos centrales deban (y puedan) sorprender. Por el contrario, su transparencia obliga a que las reuniones se conviertan en meras confirmaciones de lo anticipado. El jueves sin duda esta Regla falló...".