¿Quién se atreve a operar con la libra en la coyuntura actual? Bueno, a decir verdad, el trader más agudo detectaría sin duda una oportunidad. No obstante, a medida que nos adentramos en el último día de campaña, los traders se enfrentan al dilema.
Asegurarse contra el riesgo de que gane el “Sí” ha ganado enteros, ya que la volatilidad implícita a dos semanas del par GBP/USD que se extiende al día de la votación se ha incrementado hasta el 12%. En caso de que se imponga el “No” en las urnas y de que no seamos precavidos, corremos el riesgo de encontrarnos con un enorme agujero en la cartera.
¿Podemos sacar alguna que otra clave de los sondeos? Posiblemente no, si tenemos en cuenta el margen de error. Un sondeo del diario The Scotsman sitúa el “Sí” en el 48%. Por tanto, sigue por detrás del “No” aunque a tenor de la diferencia el “Sí” va ganando terreno. Dado que la fiabilidad de tales sondeos está en tela de juicio y que buena parte de las encuestas de los últimos diez días arrojan datos muy similares, el pronóstico es demasiado ajustado para pronunciarse.
Ante esta coyuntura, en la que libra ha caído hasta mínimos de 10 meses respecto del dólar, incluso el par libra/euro se ha sumado a la senda bajista en la última semana. Entretanto, los costes de cobertura frente a las fuertes fluctuaciones que pueden derivarse de un “Sí” que supondría el fin de la unión se han incrementado considerablemente.
La volatilidad implícita de la libra a un mes ha repuntado como consecuencia hasta un máximo de 14 meses.
Si el “No” se impone en las urnas, la libra podría iniciar un largo camino hacia el área de 1,6500 y situarse quizá por encima. Las actuales valoraciones de la libra podrían comenzar a considerarse subestimadas sobre la base de las indicaciones de esta última época de Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra, que ha comentado que los tipos de interés de Reino Unido podrían subir en la primavera de 2015.
Si los alcistas en la libra estaban a la espera de una señal, ésta era una bastante clara.
No obstante, los traders se están preparando para una posible exposición al riesgo si gana el “Sí”. En este escenario, incluso en los actuales niveles, las posiciones de cobertura frente a una ruptura de la unión pueden parecer la opción más barata.
Nos espera una etapa complicada
Una cosa está clara: la libra va a reaccionar a cualquier nuevo sondeo o movimiento de mercado que ocurra en torno al 18 de septiembre e incluso ese mismo día.
Cabe descartar nuevas intervenciones en la línea de las de la pasada semana del Royal Bank of Scotland y de John Lewis a medida que el debate vaya subiendo de tono.
Asimismo, hemos visto cómo BlackRock (NYSE:BLK) la enorme gestora de inversión global, emitía una declaración sobre posiciones cortas en la libra mediante la compra de varios derivados y otros gestores de fondos han advertido que los inversores ya están optando por retirar dinero de los fondos de capital de Reino Unido.
Cualquier fluctuación significativa a favor del “Sí” podría conllevar una mayor depreciación de la libra. Todo repunte por alivio de la libra en caso de que se imponga el “No” podría ser efímero ya que las elecciones del próximo año y un posible referéndum sobre la adhesión a la Unión Europea pueden pasar factura a los agentes del mercado financiero.
¿Se quedará o no Escocia?
Los últimos sondeos apuntan a que Alex Salmond, y su campaña independentista, ha ido recortando la ventaja de la que han disfrutado Alistair Darling y el equipo unionista “Better Together” (mejor juntos) durante gran parte de la campaña.
Aunque, por lo general, Darling ha sido señalado como el ganador del primer debate televisado contra Alex Salmond del Partido Nacional Escocés, no cabe duda de que Salmond dio la vuelta a la situación en el segundo asalto contribuyendo así a generar un impulso que apenas ha flaqueado.
Los corredores de apuestan se sitúan más cerca del “No” pero la diferencia es mínima. Ladbrokes y William Hill, las dos grandes casas de apuestas de Reino Unido, sitúan las probabilidades en siete a cuatro frente al “Sí”.