Finaliza el año 2014 y la política económica argentina relativa al comercio exterior continúa sin poder dar respuesta, con el agravante de haber arrasado con las importaciones de todos los sectores, incluyendo rubros de salud y seguridad social.
En Rosario se conoció hace unos meses denuncias sobre faltantes de jeringas por trabas en las importaciones. Así lo sostuvo en el mes de agosto el Secretario de la Cámara de Droguerías e Insumos Médicos, Miguel Buz, quien manifestó su preocupación al respecto, indicando que la producción local sólo cubre el 20% de la demanda, siendo los principales proveedores China y EEUU. Asimismo, el Secretario expresó en un diálogo con TN que “el Ministerio de Salud y la Secretaría de Comercio deben ver qué es lo más necesario y qué es lo mínimo. El tema de salud no puede esperar”.
Adicionalmente, en el último año surgió a la luz la falta de insumos para pericias policiales (pruebas de ADN), como ocurrió ante un homicidio ocurrido en Tandil cuando se enviaron pruebas para hacer estudios de ADN a La Plata que no pudieron ser analizados por falta de reactivos. En otro laboratorio del Gran Buenos Aires, la respuesta fue la misma. Según informaron los tribunales de La Plata, los fiscales de esa jurisdicción fueron notificados por la Asesoría Pericial de la Suprema Corte bonaerense de que no se harán más estudios de ADN hasta que no se resuelva el problema.
La falta de insumos hospitalarios “pone riesgo la seguridad transfusional”, dijo en una entrevista al diario La Nación Oscar Torres, presidente de la Asociación Argentina de Hemoterapia e Inmunohematología. Miguel Ponce, de la Cámara de Importadores, en diálogo con El Trece, había confirmado esta falta de insumos y reactivos. Adicionalmente, se denunció ante los medios la falta de elementos básicos como luces forenses (llamadas Blue Maxx), utilizadas para detectar semen, saliva o sangre en delitos como violaciones o crímenes. También escasearon plumones a los que se les coloca el reactivo para marcas de huellas digitales. Todo ello hace que no se pueda avanzar con las investigaciones.
Marcas internacionales abandonaron el país. Ejemplo de ello fue La marca de lujo Carolina Herrera, que decidió abandonar el país a poco más de cinco años de la apertura de su local en el shopping Patio Bullrich de Recoleta. Desde la casa central de la empresa en España explicaron a lanacion.com que el cierre se debe a los problemas que generan las trabas a las importaciones.
La restricción al ingreso de importaciones obligó a varios sectores a frenar su actividad y, en algunos casos, suspender trabajadores. En este sentido, la automotriz Fiat Argentina comunicó a su personal que, debido a problemas de abastecimiento de autopartes desde Brasil por las trabas cambiarias, la terminal se ha visto obligada a reducir la fabricación de unidades diarias por lo que se aplicarían suspensiones rotativas a sus operarios. Ante la necesidad de dólares para la importación de autopartes, la automotriz decidió finalizar el acuerdo con el Banco de Córdoba para la financiación de vehículos producidos por dicha terminal, con el objetivo de exportar la totalidad del stock.
Desde la Cámara de Importadores, Miguel Ponce expresó oportunamente su preocupación, ante radio Cadena 3, por las trabas a los elementos importados que necesitan las automotrices para ensamblar los autos. También la presidenta de la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Córdoba, Isabel Martínez, advirtió que “hay un grave problema con las importaciones para poder complementar un producto y para luego poder exportarlo”.
La realidad es que no existen certezas sobre los tiempos de aprobación de las declaraciones juradas anticipadas de importación (DJAI). Se suma a esta demora, el hecho de que el Banco Central suele demorar la autorización del pago de las divisas para evitar que las reservas sigan cayendo.
Estas medidas impiden a las empresas trabajar con normalidad pero no sólo en la producción local de bienes para el mercado interno, sino también para los bienes que se destinan a la exportación, por lo que el sistema genera mayores pérdidas de divisas potenciales por comercio exterior.