Es hora de saber qué clase de comedia presentará hoy el presidente del Banco Central Europeo (BCE).
El consenso de los bancos es bastante uniforme. Una extensión de 6 o 9 meses y la QE que se quedarían en 80.000 millones de euros. Si es así, el mercado la habrá acertado bastante. El euro podría caer cuando se confirme este nuevo “freno al dinero”, pero también es cierto que hemos visto más de una vez que la reacción esperada no dura demasiado –al menos en el caso de los bancos centrales.
La pregunta es ¿qué puede hacer Draghi hoy de diferente? El euro es una gran parte del plan del BCE, por mucho que digan que la moneda no es ningún objetivo para ellos. Lo cierto es que es una de las razones por las cuales el BCE decidió combatir la inflación, que es, si recordaréis, lo que hicieron cuando Draghi salió hablando de los males de un euro demasiado fuerte sobre el IPC cuando el EUR/USD se operaba en niveles de 1,40.
En algún momento el euro subirá si la inflación se acerca al 2%. Aquí no habrá discusiones, y será cuando el BCE empiece a modificar el curso del programa de flexibilización cuantitativa. Sin embargo, Draghi querrá apretar todo lo que pueda mientras la divisa esté en niveles tan bajos.
Para lo que valga, yo aún creo que el BCE extenderá la QE más de lo esperado, pero a tasas más bajas. De hecho, fue Barclays (LON:BARC) el primero que comentó esta idea hace unos meses, y me sorprende que hayan cambiado de opinión…
Un enfoque del tipo “más bajo durante más tiempo” daría al BCE tiempo para maniobrar. Compensan la compras más bajas diciendo que comprarán más. El límite de tiempo que fijen no tiene ninguna importancia, ya que pueden reducirlo en cualquier momento. También les da tiempo para continuar si resulta que la inflación no sigue subiendo y siempre pueden tomar una nueva decisión a 4-5 meses vista
Pero incluso en el caso de que crean que alcanzarán la fecha final antes de empezar a reducir porque creen que la inflación subirá a niveles cercanos al objetivo, tampoco nos lo dirán y mantener una fecha más a largo plazo les da todo el tiempo que necesitan. Lo cierto es que no creo que Draghi quiera apostar ahora por una fecha a más corto plazo y tener que ir ampliando plazos según convenga. Creo que preferirá enfrentarse a este problema cuanto menos a menudo, mejor.
Claro que esto es lo que yo opino, pero en general hay otros factores que pueden salir hoy. Modificar el alcance de las compras, incrementar o reducir cantidades entre bonos corporativos y soberanos, cambiar garantías colaterales, acercarse más operaciones financieras a largo plazo… hay cientos de detalles con los que puede jugar en relación a la QE para aparentar que se están haciendo más esfuerzos.
Sea como sea, a la larga habrá que preguntarse si Draghi piensa hacer algo que sacuda al mercado y en qué modo afectaría ello al euro. Ahora mismo, con la inflación en el 0,6% y la subyacente en el 0,8% interanual, aún queda mucho para el objetivo del 2%, y más aún para que la tasa de inflación se mantenga estable. Un aumento de 1 pp mensual a partir de este mismo momento solo les daría un 1,0% en marzo y un 1,6% seis meses después.
A menos que vean que la tasa se mantenga en ese nivel o incluso que suba durante un periodo sostenido, seguirán con la QE, y por esa razón precisamente creo que apostarán por una ampliación. Europa se recupera a un ritmo muy lento, aunque ahora las cosas van probablemente un poco mejor desde el inicio de la crisis, pero aún queda mucho por hacer.
Sea lo que sea lo que hagan hoy, todo es pura especulación hasta que Draghi salga y diga lo que tiene que decir. Mis opiniones pueden guiar a algunos traders, si se que confirman. Personalmente, quiero que pase algo que haga hundirse al euro para que pueda empezar a comprar a largo plazo.
Esta reunión del BCE y la próxima del FOMC son posiblemente las dos mejores oportunidades de ver al euro debajo de todo durante algún tiempo, si es que la recuperación sigue. Sea lo que sea lo que suceda en las elecciones de este año en la UE, nada podrá contraponerse a lo que suceda cuando el BCE cambie su postura con respecto a política monetaria.