"Los mercados han estado enormemente inflados llenos de gas, unos más que otros. Wall Street, más que los demás. Estalla de manera controlada la primera Bolsa del mundo y contamina al resto del Planeta Tierra. Y no al revés, como dicen los telepredicadores. No es China la que asusta a Wall Street, ni Arabia Saudí ni el desgobierno del Reino de España. Wall Street, como en otras épocas mantiene múltiplos insostenioles. Su corrección obligada no deja títere con cabeza. No hay valores buenos ni malos en nuestro mercado español, mercado de pueblo, mercado corto y sin recursos. Todos, de una u otra manera, nos resistimos como hicieron los numantinos. Todos miramos a otra parte cuando nos dicen que ahora sí, ahora somos más pobres. Todos miramos para otro lado. Lo mismo hicimos cuando nos dijeron que nuestros pisos estaban sobrevalorados y que los ajustes en los precios iban a ser significativo, como así ha sido. Los que estamos atrapados en Bolsa a precios de hace tres, cuatro, doce o veinticuatro meses, por tomar una referencia, también esperamos el milagro. Pero nos estamos desangrando. En los últimos años nos hemos hecho demasiadas trampas en el solitario, hasta que, una vez anulado este juego sucio, nos pusimos manos a la obra, con recuperación de empleo y ritmo en la actividad económica".
"Pero todo se está deteriorando a marchas forzadas. Al galimatías político del tú más, del yo no pacto contigo, del antes muerta que sencilla, se une la explosión controlada del precio de los activos de la Bolsa pasando por la voladura descontrolada de los commodities. Fíjate, desde que los periódicos más influyentes del mundo sacaron en sus portadas, con grandes titulares, que ya no quedaba petróleo, que había crudo para muy pocos años, el precio del barril de petróleo ha caído la friolera, insólita y nunca vista cifra del 80%. No quiero pensar cuánto habría caído si los titulares hubieran ido en sentido contrario. La sensación, conforme pasa el tiempo, es que los logros de los últimos años, los conseguidos tras la Gran Crisis de 2008-2009 ha sido humo y que de nuevo volveremos a hablar de Paro, Recesión y Pobreza. Los mercados se habían olvidado de ello y nosotros, también...".
"La semana pasada el Banco de España dijo que las familias españolas atesoraban 72.940 millones de euros en metálico a finales del pasado septiembre una cifra que supone la menor cantidad de efectivo que acumulan las familias desde junio de 2005 ¿Razones? La percepción de una mejoría económica clara, que incita a consumir más y la lentitud con la que se recompone la renta perdida en los últimos años por los hogares españoles ¿Y ahora qué?...",
"Nos animan con análisis de que el varapalo al mercado español está fuera de control, pero las ventas se imponen. El castigo del mercado español es exagerado, somos alcistas en Europa vs. EE.UU. La caída de las acciones españolas parece una reacción exagerada. España está barata con una rentabilidad por dividendo del 4,6%. El sentimiento de Risk-off se estanca en los mercados. Preocupa el crecimiento global, el futuro de China ante su cambio de modelo económico, el continuo desplome del precio del crudo y el aumento de las tensiones geopolíticas que, desgraciadamente, incluyen cada vez más atentados terroristas. Si nos centramos en el mercado español, hay que ampliar la lista: tensiones e incertidumbre política, sin un gobierno nacional en funciones. Unos resultados nada favorables para el mercado. España puede enfrentarse de nuevo a elecciones en poco tiempo, pero incluso si se pudiera formar gobierno, probablemente llegaría a ser bastante inestable (Peter Garnry, jefe de estrategia de renta variable de Saxo Bank)..."
"Sí, necesitamos ánimo, Dios y ayuda ¿Nos dará Wall Street la puntilla? ¿Llegará la cordura al ruedo político nacional?...".
(De la conversación mantenida con el CEO de una importante gestora).