Vuelve el interés de los inversores por los activos de riesgo. La semana pasada, las acciones tecnológicas de alto crecimiento se dispararon, impulsando los principales índices de Estados Unidos. Las tecnológicas han sido las empresas de mejor rendimiento en el sector del S&P 500 este año.
Este renovado optimismo viene impulsado por la esperanza acerca de que los bancos centrales de todo el mundo están dispuestos a ayudar a los mercados a compensar cualquier impacto negativo de una ralentización económica mundial. Además, los inversores siguieron comprando acciones de algunas de las mayores empresas tecnológicas la semana pasada incluso aunque los datos económicos señalaran que la economía mundial atraviesa un bache. En Estados Unidos, un informe publicado a principios de marzo ha indicado que la producción del sector manufacturero ha disminuido por segundo mes consecutivo en febrero, seguido de la débil lectura de la producción industrial de China de la semana pasada.
Más allá de estos temas macroeconómicos, algunas empresas de gran capitalización siguen acaparando los titulares. Hay bastantes probabilidades de que estos grandes actores vuelvan a establecer el tono del mercado esta semana. A continuación tenemos las tres empresas que no habría que perder de vista:
Boeing
Esta semana podríamos obtener algo más de claridad sobre el futuro de Boeing (NYSE:BA), muy zarandeada después de que los reguladores de todo el mundo confinaran en tierra el prometedor modelo 737 MAX 8 de la empresa, después de que dos de sus jets se estrellaran en un lapso de cinco meses.
Las acciones de Boeing, que han subido un 37% este año hasta el momento que se estrelló el avión de Ethiopian Airlines el pasado domingo, volvió a perder casi un 15% de su valor durante el transcurso de la semana pasada, ante las preocupaciones de que Boeing podría tardar años en recuperarse de este desastre. Varias compañías aéreas de todo el mundo han indicado que reconsiderarán reanudar sus pedidos de Boeing.
Los analistas perfilan los escenarios favorables y desfavorables para la empresa, que experimentaba una fuerte expansión antes de que el accidente de la semana pasada la descarrilara. Uno de los casos más favorables sería que la empresa solucionara rápidamente lo que parece haber sido un problema de software y permitiera volar a sus aviones 737 MAX en el espacio aéreo de Estados Unidos, seguido luego de los demás reguladores.
"Creemos que el que se determine que los dos accidentes se debieron a una causa similar, es mejor resultado para Boeing que si no lo fueran", dijo Julian Mitchell, analista de Barclays, en un informe citado por Bloomberg. "Creemos que el descubrimiento de otra causa probablemente provocaría que el avión tuviera que permanecer en tierra más tiempo”.
Según las estimaciones de Mitchell, suponiendo que la empresa continúe la producción del jet MAX, pero los clientes no hagan pedidos, el flujo de efectivo mensual de Boeing podría afectar a unos 1.500 millones de dólares hasta un total de 2.000 millones de dólares, incluyendo cualquier posible sanción pecuniaria a la línea aérea.
Parece que Mark Zuckerberg, de Facebook (NASDAQ:FB), junto con otros ejecutivos de redes sociales, podrían volver a encontrarse en modo control de daños esta semana, tras el tiroteo masivo ocurrido en Nueva Zelanda en el que han fallecido 50 personas en un ataque contra dos mezquitas durante los servicios de este viernes, que el tirador fue capaz de retransmitir en directo en las redes sociales. Sus acciones han suscitado nuevos llamamientos a un control más estricto de todas estas plataformas.
El video de los asesinatos, que primero fue subido a la cuenta de Facebook del presunto tirador, podía reproducirse fácilmente durante y después del ataque, así como el manifiesto de odio del sospechoso.
Las acciones de Facebook cayeron más de un 2% el viernes hasta un total de 165,98 dólares, tras registrar un fuerte repunte en 2019 ante los indicios de que los ingresos por publicidad de la compañía seguían sin verse afectados por el alboroto público contra la mayor plataforma de redes sociales. Pero los últimos acontecimientos ocurridos en Nueva Zelanda seguirán ejerciendo una gran presión sobre las empresas de redes sociales para que eviten el uso de sus plataformas para la difusión de odio y violencia.
De hecho, Mark Zuckerberg parece ocupado reacondicionando su empresa desde un punto de vista político, pero podría tener que hacerlo también desde la perspectiva ejecutiva. La semana pasada, Chris Cox, su más alto ejecutivo y director de producto, anunció que abandona el gigante de las redes sociales a causa de la medida de Facebook para integrar más estrechamente sus aplicaciones y utilizar más funciones de cifrado, un gran cambio respecto al enfoque actual de la empresa sobre el contenido que se comparte públicamente.
Ante estos grandes cambios y lo que parece ser una interminable lucha apagando fuegos, creemos que una vez más están aumentando los riesgos para el repunte de las acciones de Facebook. Será fundamental ver si se intensifica la presión de venta en la bolsa.
Tesla
La reciente venta masiva de acciones de Tesla (NASDAQ: TSLA) no ha dado tregua, incluso después de que el fabricante de automóviles eléctricos presentara su modelo hibrido Y el viernes. Los inversores siguen lastrando las acciones de la compañía, que han caído más de un 5% hasta 275,43 dólares, poniendo de manifiesto las inquietudes sobre la tensa situación de caja del fabricante de automóviles, algo que ya destacábamos la semana pasada.
Una posible explicación para este escaso rendimiento tras la publicación de las acciones de Tesla, es que a los inversores no les ha gustado el plan de su director ejecutivo, Elon Musk, de cobrar depósitos de hasta 2.500 dólares para su hibrido, que pretende lanzar de aquí a los próximos 18 meses. El monto del depósito es más del doble que lo que recaudó con su sedán Model 3.
El mercado está interpretando esto como una señal de una posible crisis de efectivo que Musk está tratando de superar pues la demanda de coches se ralentiza y la empresa ha efectuado un jugoso pago de bonos en efectivo a principios de este mes. Nuestra opinión sobre las acciones de Tesla sigue siendo la misma: sigue siendo una apuesta muy arriesgada.
Las reservas de efectivo de empresa son escasas, su estrategia de marketing está en problemas y su director general sigue enzarzado en lo que parece una constante batalla con la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, así que no creemos que las acciones de Tesla se estabilicen a corto plazo. De hecho, esta semana la empresa podría experimentar más pérdidas.