Hace un tiempo, un post que publicamos "No es Value todo lo que reluce", creó cierta polémica. Por ello, creemos que debemos de aclarar alguna cosa.
Sólo se trataba de poner encima de la mesa algo que está pasando en España, de lo que creemos personalmente que se está abusando. Y es que Value vende, pero no todo lo que se vende es Value.
Vaya por delante que somos seguidores de esta filosofía y forma parte fundamental de nuestro proceso de análisis. Pero no creemos que sea la piedra filosofal (ni esta filosofía ni ninguna otra) y por eso, a lo largo de los años, hemos ido incorporando herramientas de otras formas de inversión que se adaptaban a nuestras formas de ser y que nos son útiles.
Creemos que el proceso de inversión debería ser multidimensional, el inversor debe tener la mente abierta, para poder sumar y añadir lo que le pueda ayudar a mejorar su toma de decisiones, independientemente del método de inversión de donde proceda. En cualquier caso, cada inversor debe buscar su propio modelo y proceso y no creemos que en esto haya que ser fundamentalista (en el peor sentido de la palabra).
La moda del Value
Como resaltábamos, a España ha llegado la moda, tarde, pero ha llegado. Algunos la practican desde hace tiempo, pero entonces no era moda… Ahora todo el mundo es Value…. Y está bien, muy bien, sólo si de verdad fuese real. El problema es que si nos atenemos a lo que dicen, pues todo el mundo repite siempre, hasta la saturación, los mismos mantras. Y así es muy difícil diferenciarse, y que el inversor diferencie. Vean algunos:
- No compramos acciones que cotizan, compramos pedacitos de negocio.
- Nos encantan los negocios familiares.
- No prestamos atención al día a día, nuestro horizonte temporal es siempre a largo plazo y lo que pase con noticias puntuales y de vigencia temporal limitada no nos importa, es lo que se llamamos ruido de mercado.
- Nos pasamos el día leyendo y analizando empresas (las famosas 500 páginas al día de Buffett).
- Siempre compramos barato con respecto a nuestro análisis y vendemos cuando el precio alcanza nuestra valoración.
- Nuestro objetivo de inversión son empresas con una situación financiera saludable, poca deuda y caja neta, con un equipo directivo fiable, empresas con ventajas competitivas y perspectivas de crecimiento. Y si reúnen todos estos requisitos, que además estén baratas para cubrirnos de la incertidumbre y de nuestros fallos, pues compramos con un Margen de Seguridad (Margin of Safety de Graham) importante.
- Nuestro patrimonio está completamente invertido en nuestros fondos (Skin in the Game), nuestros intereses están alineados con los de nuestros inversores.
- Nos dedicamos a esto porque es nuestra pasión.
- Nuestros clientes son nuestra prioridad, y somos absolutamente independientes, sin conflictos de interés.
- ……
La mayoría de estas afirmaciones no son en absoluto novedosas, fueron ya dichas por muchos gestores, hace mucho tiempo, y ahora son repetidas y copiadas por casi todos. Si, además, en las diferentes intervenciones donde se repiten se cita a alguno de ellos, pues mucho mejor, da más caché.
No es fácil ser inversor Value, se necesita coraje, templanza y disciplina. Se necesitan, además, clientes dispuestos a aguantar las caídas que cada cierto tiempo sufren los seguidores de esta filosofía (aunque, por supuesto, no es la única a la que le pasa). Algunos lo cumplen, probablemente no los suficientes, pero lo que está claro es que no por mucho repetir estos tópicos alguien se convierte en gestor Value.
Value puede ser Valor, pero Valor no es sólo Value
En aquél post algunos comentarios recibidos hablaban de valor como equivalente a Value (incluso algunos gestores lo ha repetido con posterioridad), en lo que entendemos es una traducción literal del término. Pero la realidad es que lo mejor sería aclarar ambos términos y olvidarnos momentáneamente de la traducción.
¿Qué se considera Value? Insistimos, no somos nosotros los que establecemos o establecimos la definición, siempre nos referimos a lo que en el mercado se considera Value y en función de la que se terminan clasificando fondos y gestores, y siempre dejando claro que estamos hablando de valoración relativa (por múltiplos), a los efectos de esta clasificación mediática.
Independientemente del múltiplo utilizado, ya sea Precio/Beneficios, Precio/Valor Contable, Ebitda/EV, Precio/Ventas, o cualquier otro, son consideradas Value las acciones con múltiplos bajos, y Growth las acciones con múltiplos altos. De hecho, uno de los datos que los gestores Value dan de sus carteras es el PER (y cuanto más bajo, más Value son). Sobre esta clasificación podríamos hablar largo y tendido, discutirla, definirla de nuevo, señalar sus fronteras (si es que la tienen tan claras), pero este post no va de ello, ya habrá oportunidad.
Esto no quiere decir que el proceso Value se acabe aquí o que el gestor value se limite a comprar a ciegas acciones de múltiplos bajos. No, ni mucho menos. Sólo es la definición, una clasificación como cualquier otra, pero de la que se aprovechan muchos al calor de la moda.
¿Y entonces qué es Valor?
Nosotros creemos que valor es, sencillamente, lo que buscan todos los inversores, todos los gestores, independientemente del estilo o filosofía de inversión que sigan.
Valor es la mejor combinación de rentabilidad/riesgo, y eso lo buscamos todos, los de Value, Growth, Momentum, los seguidores del análisis técnico, los que combinan estilos, todos. Por tanto, la búsqueda de Valor es patrimonio colectivo de todos los inversores, y no sólo de unos pocos.
En resumen, Valor es el destino, y Value uno de los caminos, pero no el único.
Si ustedes lo que quieren es seguir la filosofía Value, busquen gestores, que aparte de predicar, cumplen con lo predicado. En España hay ejemplos sobresalientes de gestores Value, pero no todos los que dicen serlo lo son. A ustedes les toca seleccionar, es su responsabilidad elegir bien. Busquen, comparen, y si encuentran al que cumple con lo que dice, inviertan con él.