Actualidad inmobiliaria México: No perdamos de vista el bosque

El primer trimestre del año resultó muy complicado para el mercado de la vivienda. El programa de subsidios inició con retraso, lo que dificultó la actividad de los institutos públicos de vivienda. Por su parte, las dificultades financieras por las que atraviesan las empresas que más volumen generan, han generado un impacto negativo en el ritmo de construcción de vivienda. El gobierno ha enviado señales claras de hacia dónde encaminará la política de vivienda en el medianoplazo, aunque las definiciones de corto plazo serán importantes para suavizar el proceso de transición y sus costos.

Un primer trimestre complicado Las cifras de la actividad hipotecaria al mes de marzo muestran una caída de 15.9% en el número de créditos otorgados y de 12.8% en el monto de financiamiento. Los institutos de vivienda vieron frenada su actividad por el retraso en el programa de subsidios, que comenzó a ejercerse hacia el final del trimestre. Por el lado de la banca, donde la actividad también se contrajo, la explicación puede estar más asociada a efectos de calendario (menos días laborables en 2012 vs. 2013 por el efecto de Semana Santa), y al cambio de administración: la caída aquí fue mucho más modesta, de 1.1% real en el monto de financiamiento (4.1% en el número de créditos) y un aumento de 2% real si sólo se consideran los créditos otorgados con recursos propios.Los constructores de vivienda tuvieron igualmente un difícil inicio de año. De acuerdo con el Registro Único de Vivienda(RUV), la vivienda registrada se contrajo en un 20.5% en términos anuales durante el primer trimestre, de 401 mil viviendas en 2012 a 319 mil viviendas en 2013. El resultado se explica principalmente por el deterioro en la situación financiera de las empresas con el mayor volumen de construcción de vivienda, algunas de ellas listadas en el mercado accionario.

Desde el 2012, con los cambios en las reglas de operación del programa de subsidios (al que destinan las empresas públicas más del 80% de su producción) las constructoras de mayor tamaño han enfrentado dificultades para colocar su vivienda y cambiar la ubicación en los proyectos que tienen por iniciar.

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