Acumulación y distribución son los dos pilares de inversión a largo plazo. Todos, absolutamente todos los mercados basan sus movimientos a largo plazo en la acumulación y la distribución. Las fases pueden ser más o menos largas pero siempre se repiten, los ciclos económicos son los que son y la historia demuestra que se cumplen de manera continua con el paso de los años.
Acumulación y distribución
¿Qué es?
Acumular quiere decir comprar; comprar grandes cantidades de activos para mantenerlos en cartera para poder venderlos a precios más caros en años futuros.
Distribuir quiere decir vender, vender los activos comprados en años anteriores a precios bastante más altos a los que fueron comprados.
¿Quién acumula y distribuye?
Las manos fuertes. Las manos fuertes son los poderosos del mercado, los fondos de inversión, la banca de inversión, las gestoras, los bancos, los hedge funds, etc… Todas aquellas instituciones que tienen cantidades enormes de dinero y que con sus decisiones influyen en los mercados.
A continuación vemos la evolución de cualquier ciclo económico y por lógica, la evolución de los mercados. Aunque parezca “cutre”, los mercados a largo plazo siempre se comportan así.
Ahora vamos a ver una evolución del ciclo económico según el sentimiento del mercado, los estamos de ánimo de los inversores dentro del ciclo económico.
Por último vemos la siguiente foto. Cuando acumulan y cuando distribuyen las manos fuertes o institucionales.
Como podemos ver, las manos fuertes, muchas veces llamadas smart money (dinero listo) se dedican a comprar en mínimos de mercado, son capaces de mantener las posiciones durante el tiempo que sea necesario hasta que ellos mismo empiezan a distribuir.
¿A quién venden?
A inversores particulares que llegan a la bolsa atraídos por los cantos de sirena. Las manos fuertes acumulan en zonas de capitulación, desánimo y depresión consiguiendo de esta manera precios muy económicos, luego distribuirán en zonas emoción y euforia. Como podemos ver, un negocio redondo.
Esta situación se produce absolutamente siempre. Para invertir a largo plazo hay que saber exactamente en qué fase del mercado nos encontramos y plantearnos si debemos entrar o no en el mercado.
Existen muchas pistas para poder saber donde nos encontramos que las veremos en posteriores artículos, pero quizá la más significativa es cuando aparecen noticias en prensa avisando de grandes recorridos en ciertos valores o índices, cuando vemos que todo sube y encima recomiendan los analistos que va a subir más, mejor salir del mercado y hacerlo rápido.