Finalmente llegó el día. El pasado 12 de septiembre el gobierno nacional efectuó el pago del Bonar 13 (AS 13 o Bonar VII). Como comenté en mi artículo anterior fue una buena oportunidad para hacerse de dólares sin tener que acceder al mercado informal.
Como viene sucediendo desde la reforma a la carta orgánica del BCRA, el pago se realizó con reservas del mencionado organismo.
Para quienes efectuaron esta operación, creo que es una buana oportunidad para mantener la liquidez y esperar oportunidades en la economía real ya que se están dando algunas correcciones, como por ejemplo en el valor de los inmuebles.
Por otra parte, en este último tiempo, el BCRA aumentó significativamente su tasa de devaluación, siguiendo la tendencia de nuestro principal socio comercial, Brasil. Esto trae algo de alivio al sector empresarial ya que dicha suba al menos tiende a igualar la inflación, permitiendo no recrudecer el atraso cambiario.
Sin embargo, aún con esta fuerte devaluación, las tensiones al alza en el dólar se mantienen, tanto por factores locales como internacionales.
En lo local principalmente porque sólo están ingresando dólares por el canal comercial, ya que con posterioridad al cepo cambiario se frenó todo ingreso de dólares en conceptos de préstamos e inversionesm extranjeras.
Por el lado de los egresos, el déficit energético no parece tener un horizonte de rápida solución. Por lo tanto el otro canal por el cual se están escapando las divisas, es decir el turismo, es el principal candidato a una corrección con posterioridad a las elecciones del 27 de octubre próximo.
En lo internacional, la próxima semana es clave. La Fed anunciará al fin si comienza con la reducción en la compra de bonos del tesoro. Esto dispararía un incremento en las tasas de interés adicional a la ya descontada por el mercado, lo cual afectaría a los países emergentes en una intesidad mayor a la que ya hemos visto. Si bien Argentina, no tendría un impacto a través del canal financiero, dado que se encuentra fuera del mercado financiero internacional, el efecto sería vía una devaluación de las monedas de sus principales socios comerciales, como así también un posible impacto en el precio de nuestros principales productos de exportación.
Por todo lo comentado anteriormente creo interesante posicionarnos en bonos en dólares a mediano plazo, entre ellos RO15 y el AA17, ya que al parecer todo apunta a un fortalecimiento de la moneda estadounidense.