¿Eres de esos traders o inversores acomplejados por su carencia formativa?
Este es uno de esos temas que consumen horas de tertulia entre traders. Hablamos de una de las inseguridades más comunes de los inversores, aunque es cierto que podríamos extrapolarlo a cualquier actividad, del tipo que sea: y no es otra que la formación.
Para avanzar en algo (personalmente pienso que nunca se puede llegar a la cima de la preparación), seas quien seas y hagas lo que hagas, siempre estarás evolucionando y por consiguiente, aprendiendo que es lo mismo que formándote.
Hoy no toca entrar en la controvertida pregunta de cuándo una persona puede considerarse trader. Dejémoslo en que todo aquel que cuente con los conocimientos mínimos para poner su dinero en riesgo en los mercados financieros y de forma responsable puede cumplir con la definición de trader o con el derecho a llamarse así. A mí me gusta llamarlo especulador, pero en fin, a lo que quería llegar es a tres cosas que acabo de citar: la primera es responsabilidad, no hay más que objetar; la segunda es poner en riesgo su dinero, un acto de predisposición y madurez; y por último, unos conocimientos mínimos, este es el punto en el que vamos a centrarnos.
¿Qué conocimientos necesito para poder operar?
Esta pregunta nos la hemos hecho todos en algún momento y cada día cientos de curiosos y aspirantes la efectúan con interés en busca de respuestas concretas. Desde mi humilde opinión, es tan abierto el tema que no encuentro la respuesta idónea. Lo que sí que está comprobado es que hay operadores ganando dinero de forma regular con poca formación y sistemas casi rudimentarios, sencillos, diríamos de andar por casa, pero lo que no sabemos es el arduo trabajo que ha habido detrás hasta llegar a ese nivel. Otros inversores están continuamente empapándose de información, profundizando en nuevas técnicas para tratar de ensamblar el puzzle que les permita ser rentables.
Claro que estudiar es duro, pero sería de ilusos el pensar que sin apenas formación vamos a ganar de forma consistente en el largo plazo en los mercados. Ya seas autodidacta o te recorras todas las academias y mentores, necesitarás de una base para comenzar a moverte. A partir de ahí comienza tu carrera como inversor en la que tus decisiones y acciones te llevarán por un camino.
Tu fortaleza emocional tendrá mucho peso para afrontar los obstáculos que irán surgiendo. Los sube y baja no solo de los resultados económicos sino emocionales desgastan y llegan a minar la moral. Por muy astuto y sensatos que seamos, casi todos tendemos a pensar que nuestro infortunio se debe en gran parte a carencias de índole técnicas. Esta crisis suele suceder dentro de los dos primeros años, es el preámbulo de una búsqueda insaciable por adquirir conocimientos.
¿Cuándo puede un trader dejar de formarse?
Personalmente, afirmaría que nunca, aunque una cosa es hacer cursos para aprender nuevas disciplinas y otra bien distinta es investigar y profundizar en el sistema y forma de hacer las cosas que uno lleva hasta el momento. Me explico, cuando uno investiga sobre su desempeño en los mercados, ya sea en el área técnica, emocional o de gestión monetaria, está formándose.
Se realiza preguntas y busca las respuestas, éstas son más sencillas de encontrar cuando uno está motivado y trabaja sobre hechos prácticos, sobre algo que ha sucedido de verdad, es decir, sus propias operaciones tomadas o no tomadas.
En psicotrading solemos afirmar que las respuestas psicológicas hay que buscarlas en uno mismo aunque en ocasiones es necesaria un apoyo externo que nos audite. Lo mismo para el área técnica. Una de las cuestiones vitales a responder cuando surgen dudas es la siguiente.
¿Dónde estás y a dónde quieres llegar?
Por favor, responde a esta pregunta de forma objetiva, no es momento para decir tonterías, sino para marcar objetivos de aprendizaje realistas. Tienes la batuta de tu vida y por ende, de tu trading. Mi consejo es que te acerques a todo aquello que te ayude a llegar a los objetivos marcados, deja la soberbia a un lado, necesitarás de tesón y algunas ojeras para lograrlo. Olvida la creencia que te viene una y otra vez preguntándote que a dónde vas y que no vales nada. Deja de subestimarte. Averigua si esa ansiedad por aprender es fruto de unas carencias reales o de tu propia infravaloración.
Hace unos días, un compañero al que estamos ayudando, nos hizo una consulta interesante. Él es un trader al que le ha costado mucho descubrir en qué era bueno y qué método de trading se adaptaba a su personalidad y forma de ver el mercado. Tras ello, logró confeccionar su propio plan de operativa, interiorizarlo, testearlo y con números en la mano, demostrar, o lo más importante, demostrarse que era un sistema ganador en el tiempo.
Ahora que al fin lo ha interiorizado, está poniéndolo en práctica y los resultados van emulando a los estudios previos, es decir, su desempeño es el correcto siempre que cumple sus propias reglas, así de claro. Está en la fase de dejar correr el sistema para más adelante auditar su desempeño, una etapa soñada por muchos traders.
El tema viene cuando inconscientemente se aferra a una idea, expresada así: “Siento que presento muchas carencias técnicas, quisiera saber más, es una especie de reproche personal, siento que mis conocimientos son ridículos.”
Interesante, ¿verdad? ¿Hay alguien en la sala que se sienta así? Es posible que nos sintamos un tanto ridículos y endebles, al igual que nuestro compañero. Más cuando estamos rodeados de expertos por todos los lados que nos hacen quedar a la altura del subsuelo del conocimiento. Este trader no estaba comparándose con nadie, pero tenía la inquietud de saber más, no sabía sobre qué, pero quería algo.
A veces el realizarse las preguntas adecuadas puede sernos de gran utilidad para encontrar nuestro camino. ¿Sobré qué quieres indagar? Quiero hacer intradía para coger experiencia rápida, dijo. ¿Eso te acerca a tu objetivo? Pues, no lo sé, duda. ¿Tu sistema es ganador? Por supuesto, afirma. ¿Te sientes cómodo con él? ¡Y tanto!, se reafirma. ¿Tienes claro a dónde quieres llegar? Lo tengo clarísimo. ¿A dónde? Mi objetivo es seguir operando como hasta ahora, con una operativa relajada en gráficos de cuatro horas que es lo mío y me gustaría trabajar más de un mercado, ahora solo opero uno.
Entonces, ¿qué necesitas para llegar a tu objetivo? Ostras, piensa, pues creo que debería de centrarme en lo que me funciona y tengo trabajado, tal vez estudiar cómo se comporta mi sistema en otros mercados.
A veces pensamos que precisamos de una metamorfosis total para ser rentables y es un sentimiento que habitualmente viene agravado por la intermitencia de nuestros resultados. Formarse es bueno, aunque personalmente pienso que investigar es mejor, más productivo.
Nos olvidamos de que aprender de nosotros mismos, ya sea de errores o logros, será imprescindible para reconducir nuestra maquinaria mental y emocional. Hay que evitar el decaimiento y permitirnos que el talento haga su labor. Aléjate un poco de los mercados, tal vez estés muy encima.
Desde lejos y con unos prismáticos se ve todo mejor y, con total seguridad, te permitirá valorar hacia dónde dirigir tu formación y no salirte de las líneas que te acerquen hacia tu objetivo.