Deuda global 258 billones de dólares = 331% del PIB global (via Bloomberg). Debajo de la superficie de mantener a los hogares con techos sobre sus cabezas hay enormes pérdidas que se acumulan en los prestamistas. Al final, alguien tiene que pagar la factura. O más patadas al balón hasta que se rompa. O deuda perpetua. Tarde o temprano se volverá a producir otro gran crash en los mercados de dimensiones incalculables, porque ni gobiernos ni bancos centrales han aprendido de las crisis.
Gobiernos y bancos centrales siguen empeñados en tirar balones fuera, en inyectar droga al sistema, en hacer billetes día y noche y el que venga atrás que arre, que dice el castizo español. Las Bolsas van a morir de éxito. En la actualidad, el riesgo no va con ellas. Eso es un asunto de los Gobiernos, insisto, y de los bancos centrales. Nunca fue tan fácil especular y jugar a favor de los índices. Nunca fue tan peligroso este juego. Los anglosajones hablan de Moral Hazard, el caldo de cultivo para el gran crash que viene. En la teoría económica, un riesgo moral es una situación donde una parte del mercado asume todo tipo de riesgos porque los costos que podrían derivarse de esta postura serán asumidos por otros.
Danielle DiMartino Booth@DiMartinoBooth
"El riesgo moral surge cuando una persona o institución no tome las consecuencias y responsabilidades de sus acciones y por lo tanto tiene una tendencia a actuar con menos cuidado y rigor de lo que sucedería en caso contrario, que es lo que, por cierto, siempre ha sucedido. Los economistas explican el Riesgo Moral como un caso especial de la asimetría de la información, una situación en la cual una de las partes en una transacción tiene más información que otro, que es lo que sucede con las maniobras de los bancos centrales: el Riesgo Moral se convierte también en un problema de principal–agent, donde una de las partes, llamada agente, actúa en nombre de otra, llamada a director. El agente generalmente tiene más información acerca de sus intenciones o acciones que el director, porque el director general no pudo controlar completamente al agente. El agente puede tener un incentivo para actuar inapropiadamente (desde el punto de vista del principal) si no están alineados los intereses del agente y el director. Este es el mercado alcista más fuerte en EE.UU. desde la Segunda Guerra Mundial", me dice el analista jefe de un banco inversión anglosajón.