También lo fue París, como escribió Hemingway en aquellos felices años veinte.
Parece que a este nivel de cotización de precios norteamericanos los comentarios al respecto de la situación son contradictorios. Es curioso que a estas alturas "los grandes" como Greenspan apuntan en algunos medios que no ve signos de agotamiento y de burbuja. La Fed otorga con su silencio e inactividad que la fiesta continúe.
Nadie se atreve a parar la música, ¡qué osadía sería hacerlo ahora que todo es alza y resplendor financiero! Ahora que las gráficas no atienden a criterios chartistas, indicadores y datos macroeconómicos. Aun así, América es una fiesta. Hay un aforo ilimitado donde parece que la entrada es gratuita, al menos de momento.
Nadie dice nada, ni Obama apunta el momento.