En general la semana acaba con buenos datos aunque los índices están en un mini inicio de retroceso bajista.
Semana en la que no hubo mucho catalizador y se optó por una recogida de beneficios mínima a la espera de seguir viendo la evolución de: las noticias macroeconómicas, los resultados empresariales y la evolución de contagios y confinamientos por el Covid.
Sorprendió al final de semana los datos de los PMIs en Europa y EE.UU. ya que muestran que los pedidos industriales siguen creciendo. El dato discordante pero que no se ha tenido tanto en cuenta, es el de servicios que no acaba de despegar, y es porque el sector privado, sobre todo los hogares están viviendo los efectos de los confinamientos.
Ante este incremento de los pedidos industriales vemos como acompaña esa inflación de la que tanto se habla y que está tan lejos de lo que pronostican como su consecuencia, que es la temida subida de tipos.
El sector industrial está teniendo un problema importante de abastecimiento con los microchips debido a que la paralización de las economías en el 2020 hizo que los pedidos en esta industria descendieran y que las compañías se tuvieran que adaptar a las necesidades imperantes en ese momento.
Esas compañías de fabricación de microchips se adaptaron a aquellas industrias que en menor cuantía seguían demandando sus productos, y el problema está viniendo porque ahora el resto de industrias que bajaron su demanda están viendo como esta sube y necesitan rápidamente los semiconductores para poder hacer frente a sus pedidos.
Y como consecuencia de esto, las fabricantes de microchips no pueden cubrir sus pedidos, y en caso de hacerlo tiene que ser subiendo precios, por tanto, la cadena de producción busca no pararse, y para solucionarlo la única medida es pagar más para tener lo que necesitan.
Esto se traduce en que quien pagará al final más por el producto será el consumidor final. De esta forma clara se ve que no hay inflación tradicional, porque las empresas ante tipos bajos no están invirtiendo o gastando más, como sucedería también con las familias, sino que es por un desajuste coyuntural que con el tiempo se verá equilibrado.
Algo parecido está ocurriendo con las materias primas, y es por este motivo que veremos subir ciertas materias durante un tiempo ya que estaban “baratas”.
Esta inflación hace que los bonos a 10 años se vean como malos y que suban sus tipos de interés, pero supongo que será transitorio como la inflación.
Para ver la inflación como realmente se espera debemos ver la realidad de los estímulos fiscales en EE.UU. y la llegada de los fondos europeos. Pero lo que es más complicado de determinar, ¿cuándo estos estímulos llegan al trabajador en forma de aumento de salarios y con ello el pensamiento de que puede gastar e invertir y que con ello las ganancias de las empresas a su vez mejoren?
Porque cuando esa situación se de, es cuando los precios empezarán realmente a subir, pero mientras se debe esperar. Y creo que para eso puede quedar algunos años. Y en ese instante veremos cómo los bancos centrales empiezan a subir tipos y quitan las compras de activos, y esto será el verdadero desencadenante del cambio de ciclo.
La semana en sí que comenzamos tendrá un amplio surtido de noticias macro, sobre todo desde EE.UU. con la doble comparecencia de Powell, y posiblemente sirva de consolidación alcista, aunque veamos un ligero retroceso bajista que pueda asustar. Más bien pueden ser recogidas de beneficios para que el sistema pueda incorporar nuevos inversores. Debemos pensar que si esta semana los resultados empresariales siguen saliendo buenos se mantendrá el sentimiento positivo de estas semanas.
Como siempre, mucho margen de seguridad que se debe traducir en usar muy bien los apalancamientos para hacer daytrading y swingtrading, que aunque estemos en momentos de euforia, ganar menos hace que los stops sean más cómodos y podamos dormir tranquilos. La avaricia no es buen síntoma, el querer ganar mucho no es buen síntoma, y ser precavidos y ganar dinero si compatibilizan y es mejor para momentos así.