En concreto, hoy mismo. Y para hablar de economía. Algo que puede resultar más difícil de lo esperado inicialmente, si consideramos los últimos datos conocidos. En concreto, un inesperado descenso del ISM manufacturero de noviembre por debajo de la barrera de 50.
Hace unos días les hablaba del conundrum de 2005, con Greenspan subiendo los tipos de interés oficiales y el mercado empeñado en bajar los de largo plazo. Ya saben que los tipos oficiales los controlan los bancos centrales, pero los de largo plazo los fija el mercado. Salvo, naturalmente, que el banco central correspondiente emprenda un QE. En el
caso de la Fed, sólos los cupones y vencimientos se reinvierten. Es poco significativo para explicar la caída de tipos de largo plazo que estamos viendo de forma reciente.
Si lo estudian con calma verán que el último FOMC no mostró un mensaje unánime alcista. De hecho, muchos consejeros mostraron dudas sobre la solidez de la recuperación y sobre el potencial impacto de una subida precipitada de los tipos de interés. Dicho esto, sí se puede considerar que la mayoría se inclinó por iniciarla. Incluso tan pronto como en diciembre. Y esta es la posición que ahora mismo descuenta el mercado.
No, ne creo que la Presidenta de la Fed vaya a rebatir hoy la opinión del mercado. El mercado, ya saben, siempre tiene razón con la información disponible. Y si en esta opinión ha influido la propia Fed, pues la Regla anterior se reafirma. Además, ya en septiembre el FOMC dio marcha atrás con respecto a la esperada subida de tipos con un coste en términos de
credibilidad evidente. ¿Puede volver a asumirlo ahora? No lo creo. En diciembre subirán los tipos. Y la Presidenta de la Fed lo validará hoy mismo como una decisión que depende de los datos. Pero, ¿y el ISM? Un dato débil, en un contexto de fortaleza económica. Al final, es cierto, un dato adelantado débil en un contexto de datos cuantitativos (y retrasados) fuertes. Pero, por otro lado, se dice con razón que las encuestas son menos fiables en situaciones de incertidumbre. Y la actual sin duda es una de ellas.
Realmente, el único reto que realmente hoy tendrá la Presidenta de la Fed será convencernos de que no habrá subidas de tipos rápidas en el tiempo para alcanzar el nivel neutral de los tipos de interés. Sea el que sea. De hecho, lo difícil será justificar su postura "dependiente de los datos" con otra "flexible en función del escenario". Y ya sabemos que detrás del
escenario hay factores tan diversos como el contexto internacional, financiero, económico y geopolítico. En definitiva, influir en las expectativas de tipos desde el mercado al mismo tiempo que lograr mantener la credibilidad anti inflacionista. Porque, deben saber, la Fed oficialmente sigue esperando que la inflación USA repunte por encima del 2 % a medio plazo. Y la política monetaria debe su éxito, precisamente, en ser preventiva.
No, no es un trabajo fácil el de Yellen. Pero tampoco lo será mañana el del Presidente Draghi. Aunque la diferencia es obvia: en el caso de Yellen su mensaje se dirige a los agentes económicos y financieros, cuando el Presidente del BCE tiene que convencer a los consejeros de la Entidad.