Empecemos directamente por el final, yendo al corazón de la noticia. Argentina pagó 5.000 millones de dólares por el 51% de YPF (BA:YPFD). ¿Cuánto vale ese 51% de YPF según su cotización en Nueva York?
Primero voy a definir cómo se calcula el valor de una compañía en la bolsa. Para esto se utiliza el concepto de capitalización bursátil. ¿Qué es esto? Es la cantidad de acciones emitidas de una compañía, multiplicada por el precio de cotización de sus acciones.
La capitalización bursátil de YPF al cierre del día viernes pasado, era de 12.040 millones de dólares. El 51% de este monto es 6.140 millones de dólares. Es simplemente inapelable decir que al cierre del viernes pasado Argentina ya ganó más de mil millones de dólares con la transacción/expropiación. Entremos ahora en los detalles.
Un planteamiento crucial es el siguiente: Si el Estado expropia cada vez que los privados encuentran algo de valor, los privados no tendrán nunca el incentivo a encontrar nada
La principal crítica a mi análisis que puede venir desde el punto de vista contable, sería decir que efectivamente Argentina terminará pagando más porque ha pagado con deuda que genera intereses. Sin embargo, esa crítica sería simplemente equivocada. ¿Por qué?
Argentina pagó a Repsol con deuda por un valor nominal superior a 5.000 millones de dólares. Pero esto es irrelevante. Lo que realmente importa es cuál es el valor presente de esa deuda, es decir el valor al que efectivamente puede venderse en el mercado.
Decir que Argentina terminará pagando 7.000 millones o alguna otra cifra similar, es desconocer la matemática financiera más elemental y no entender la diferencia entre valor presente y valor futuro. En palabras bien sencillas: un dólar hoy no vale lo mismo que un dólar el día de mañana.
El estado compensa a Repsol con una combinación de bonos: Bonar X, Boden 15, Bonar 24, Discount 33 y otra letra del Tesoro. Pero lo único relevante es mirar cuánto vale esa deuda en el mercado.
Justamente fue una de las cláusulas del acuerdo, generar una compensación en caso de que el valor efectivo de mercado de esa deuda fuera inferior a 4.670 millones de dólares. Es decir que si Repsol consiguiera vender todos esos bonos por este último monto, la expropiación se daría por saldada de común acuerdo por una cifra incluso menor a los 5.000 millones mencionados.
¿Qué pasó en la práctica? Repsol ya consiguió vender la totalidad de los Bonar 2024 a JP Morgan y en consecuencia ya se hizo de efectivo por algo más de 2.800 millones. El resto de su paquete de bonos los prevee vender a lo largo de un año.
Hasta aquí una descripción de cuánto pago el estado en comparación con la cotización que le asigna el mercado. Pero, ¿podemos decir algo acerca de la cotización de YPF en un futuro no muy lejano? Veamos.
El miércoles pasado la acción de YPF subió más de un 10% y con un volumen negociado de más de 11 millones de acciones, al conocerse la noticia de que Repsol había terminado de vender las acciones de YPF que no le habían sido expropiadas. ¿El motivo?
Al conocerse que un jugador grande como Repsol había terminado de vender, se esperaría menor presión vendedora de aquí en adelante. Es para destacar que el volumen negociado del día miércoles fue el segundo volumen más alto negociado en la historia de la acción en la bolsa de Nueva York si sacamos de consideración el día del IPO. ¿Qué quiere decir esto?
Quiere decir que el mercado ha manifestado su seria intención de tomar posición en acciones de YPF. Es entonces aquí donde uno puede hacer una comparación muy simple: las acciones de YPF llegaron a valer 70 dólares en septiembre de 2005, cuando nada se sabía acerca de Vaca Muerta. ¿Tiene sentido que sabiendo de la existencia de este yacimiento que se estima como el 4to más grande del mundo en su tipo, la acción de YPF valga hoy menos de la mitad que entonces? La intuición más básica nos dice que no.
Si las acciones de YPF vuelven a cotizar a 70, Argentina habrá ganado no 1.000 millones sino 9.000 millones con la expropiación. Creo que hacia allá vamos.
Ideas concretas de Trading:
La bolsa de los Estados Unidos continúa en un terreno de indefinición. Sin embargo, la balanza parece estar volcándose hacia el lado de una definición bajista. ¿Por qué?
Nunca es buen augurio tener al índice Nasdaq cotizando como el índice más débil, ya que siempre ha sido en todos los ciclos alcistas quien empuja al mercado hacia arriba. Pero además de esto, tenemos que sigue creciendo la cantidad de acciones que empieza a operar por debajo de la media móvil de 50 ruedas.
La semana pasada ese número era el 51% de las acciones cotizantes. Hoy ese número ya llega al 55%.
¿Qué hacer en circuntancias como estas? Lo mejor es no hacer nada. Comprar con indefiniciones de este tipo, es exponerse a vaivenes que nos activarán los STOPs sin demasiado sentido. Y para aquellos algo más experimentados, es momento de empezar a ver qué acciones pueden operarse en short.