General Electric (NYSE:GE) e International Business Machines (NYSE:NYSE:IBM), dos gigantes centenarios de Estados Unidos, fundadas en 1892 y 1911, respectivamente, están en pleno proceso de larga y dolorosa recuperación.
Los retos a los que ambos se enfrentan, aunque distintos en cada caso, son complejos, y no se vislumbra reversión en breve. Para los inversores que les gusta invertir contra la tendencia del mercado, comprar acciones de estas dos empresas ahora puede ser una apuesta inteligente y rentable si alguna de estas en su día monstruosas multinacionales consigue reestructurar con éxito su negocio y obtener una rentabilidad sostenible.
Ambas empresas tienen un largo camino por delante y ninguna garantía de que finalmente lo consigan. ¿Merece la pena añadir alguna de estas acciones a su cartera? ¿Alguna más que la otra?
General Electric
GE, conglomerado industrial de 125 años con sede en Boston, fabricante de bombillas, motores a reacción y turbinas de gas entre otras cosas, está luchando en muchos frentes para restaurar su crecimiento y preservar el efectivo tras debilitarse la demanda de sus productos principales, tales como centrales eléctricas y locomotoras.
De hecho, la actual crisis de capital de GE es tan grave que la dirección se vio obligada a reducir a la mitad el dividendo de la compañía el pasado mes de noviembre, siendo la segunda vez que esto ha ocurrido desde la Gran Depresión. Mientras la dirección trabaja en su plan de respuesta, con el objetivo de reducir su imperio industrial y reforzar el balance de GE, la comunidad inversora sigue siendo escéptica.
Stephen Tusa, analista de JPMorgan Chase, uno de los más críticos con GE, cree que a la empresa le espera más sufrimiento, y que hay una elevada posibilidad de otro recorte de dividendos. En uno de sus últimos informes, indicó que General Electric va a necesitar un mínimo de 30.000 millones de USD de capital para mejorar su perfil de crédito. Argumenta que GE debería vender su participación del 63% en Baker Hughes (NYSE:BHGE) y recortar su dividendo para lograr una reducción considerable de su deuda.
Según el analista de RBC Capital Markets, Deane Dray, la situación del efectivo de GE ha empeorado este año debido a la disminución del mercado de sus equipamientos eléctricos y los fondos de reservas para su problemática cartera de seguros.
Esta escasez de confianza ha lastrado las acciones de GE, haciendo que se desplomen. Perdieron la mitad de su valor el año pasado, con un menoscabo de unos 120.000 millones de USD de la capitalización de mercado de la empresa.
El mayor desafío para cualquiera que se plantee la futura inversión en GE es averiguar si este gigante ya ha pasado lo peor, y si es el momento oportuno para una posición contracorriente. Como dice Warren Buffett, el mejor momento para ser codicioso es cuando los demás tienen miedo.
IBM
Este gigante de la tecnología se ha quedado estancado en el lodo durante los últimos cinco años, mientras lucha por romper con su pasado, en un momento en que el panorama tecnológico rápidamente cambiante y el cambio de preferencias por parte de los consumidores han hecho que muchos de los tradicionales productos de hardware y software de IBM queden obsoletos.
El fracaso de la empresa al tratar de ponerse al día con las nuevas tecnologías le ha costado sus inversores más leales. En un momento en que las compañías de Silicon Valley más eficientes, ágiles y cada vez más innovadoras están registrando ganancias de tres dígitos, el crecimiento de los ingresos de IBM se ha estancado.
Las acciones de IBM han descendido durante los últimos cinco años un 30% de su valor, lo que provocó que el principal inversor en acciones del mundo, Warren Buffett, renunciara a casi la totalidad de su participación en el cuarto trimestre de 2017. Su empresa, Berkshire Hathaway (NYSE:BRKa), había invertido más de 10.000 millones de USD en la empresa en 2011, apostando por su recuperación. Este pasado mes de mayo, Buffett reveló que había vendido su restante participación en IBM y que ya no tiene acciones de la empresa.
Para revertir el descenso de ventas de IBM, el director general Ginni Rometty se está centrando en las últimas tecnologías (como la computación en nube y la inteligencia artificial) para impulsar el crecimiento. Durante esta transformación, IBM salió de algunos mercados, invirtió en centros de datos en la nube y compró una serie de empresas para aumentar las ventas, reforzar la oferta tecnológica y añadir datos para contribuir a entrenar algoritmos de inteligencia artificial (IA). Sin embargo, esas inversiones aún no han reportado beneficios.
En el primer trimestre, tras ajustarse a las fluctuaciones monetarias, los ingresos seguían siendo planos, mientras que sus márgenes descendieron un 0,6 puntos porcentuales, hasta un 43,2%. Este año, el director general, James Kavanaugh, dijo que los márgenes se estabilizarían "inmediatamente" en el primer trimestre. El crecimiento del negocio de la nube fue del 14% en el primer trimestre, por debajo de la media de 2017 del 24%, generando dudas sobre la estrategia de nube híbrida de IBM.
¿Qué acciones son la mejor apuesta?
Para los inversores a contracorriente, GE e IBM ofrecen una propuesta interesante, aunque con un ratio riesgo-recompensa distinto.
La mayor amenaza para las acciones de GE es la posibilidad de una mayor reducción del dividendo, algo que la dirección aun no descarta. Si esto sucediera, es mucho mejor estrategia permanecer al margen y dejar que las cosas sigan su curso.
Si durante lo que queda del año la empresa consigue generar suficiente dinero en efectivo a través de sus ventas de activos y de la reestructuración, será una señal muy positiva, lo que indica que las acciones han tocado fondo y que es probable que se vayan a subir.
IBM, por el contrario, ya tiene todo lo que necesita para cambiar las cosas y soportar la volatilidad de los mercados. Aunque sin duda no volverá a ser la empresa que era en los años 80 y principios de los 90, sigue en el camino correcto... Y lo que es aún más alentador, su dirección ya ha averiguado hacia dónde debe dirigirse.
Yo soy muy optimista en cuanto a la transición de IBM hacia los negocios de la nube y la inteligencia artificial. Esos cambios podrían impulsar las acciones en el futuro.
Con un PER en 23,82, IBM es considerablemente más barata que algunos de su competidores en computación en la nube (Amazon (NASDAQ:AMZN) y Google (NASDAQ:GOOGL), por ejemplo), lo que lo convierte en una de las mejores apuestas del espacio tecnológico.