Atentos a choques de oferta, factores causantes del reciente repunte inflacionario. En abril la inflación alcanzó su nivel mínimo del año (3.4%), desde entonces se ha acelerado ubicándose en la primera quincena de agosto en 4.45%, nivel por arriba del rango de variabilidad objetivo de Banxico. Este repunte aunque preocupante, no implica presiones generalizadas de los precios, pues se debe a aumentos en los precios de los productos más vulnerables a choques externos sobre sus costos y niveles de producción
(e.g. los alimentos y energéticos). Mientras tanto, los precios más selacionados con el comportamiento de la demanda interna, como son los servicios, se mantienen estables y con baja inflación (2.4% a/a).
El nivel de inflación se puede descomponer en dos factores, uno relacionado con la demanda de bienes y servicios de la economía, y otro afín a factores de oferta, es decir, relacionado con los precios internacionales y con el grado
de movimiento del tipo de cambio.1 Al descomponer la inflación en estos factores, queda claro que el actual choque inflacionario se debe principalmente a factores de oferta, como es el precio internacional del trigo (ver gráfica 1), los cuales se espera sean transitorios. La demanda aún no representa un factor de presión en los precios (como lo muestran la capacidad utilizada de la industria y la tasa de desempleo, que aún no recuperan su nivel pre-crisis, entre otras variables), por tanto consideramos que esta desviación del objetivo de inflación, aunque relevante aún no implica presiones generalizadas de precios.