Si bien la mayoría de las bolsas de valores del mundo permanece cerrada por la conmemoración de la Semana Santa, en Estados Unidos se conocerán dos datos clave, como lo son el índice de inflación minorista, y las ventas minoristas, ambos a las 8:30 del este.
El impacto de ambos datos suele ser importante en la cotización del dólar, aunque entendemos que esta vez, dicho efecto se verá el lunes, desde la sesión asiática, cuando los mercados vuelvan a operar normalmente.
Pero más importante aún es lo que por ahora no ha pasado, pero puede pasar próximamente: esta suerte de festivo global impidió que el ataque de Estados Unidos en Medio Oriente del jueves haya movido los precios en forma decisiva.
Aún así, los tibios movimientos que se vieron parecen anunciar lo que viene: un alza importante del oro, que superará a corto plazo los 1300 dólares, y un fortalecimiento del yen, que se acerca en estos momentos a un máximo que no toca desde mediados de noviembre pasado, y que conseguirá al quiebre de 108,68, mínimo de esta semana.
El resto de las monedas no ofrecerá cambios importantes en la fecha. El euro se mantiene apenas por encima de 1,06, con una tendencia por ahora no definida en el corto plazo, por lo que la apertura del lunes puede mostrar algunas sorpresas. No hay que olvidar que ya llegan las elecciones de Francia, y allí puede definirse gran parte del destino del euro para los próximos tiempos.
La libra Esterlina, en cambio, luce más fuerte en el corto plazo, y podría extender sus ganancias en el inicio de la sesión del lunes, al quiebre de 1,2575, máximo de esta semana, en cuyo caso tendrá vía libre para apuntar a 1,2970, fuerte resistencia que podría buscar en los últimos días del mes.
Por lo demás, no habrá mucho para hacer en estas horas, pero sí es un día apto para analizar lo que viene: son aguas no cartografiadas, y allí aparecerán buenas oportunidades de negocio.