A lo largo de esta semana, algunas de las principales entidades bancarias españolas han publicado los resultados del primer semestre de 2019. Un semestre que ha estado marcado, entre otros factores, por la disminución, por parte de la OCDE, de la estimación del PIB global de 2019 de 3,3% a 3,2% por la desaceleración; por la continuación de las políticas monetarias ultra expansivas por parte de la mayoría de los bancos centrales, por una falta de presiones inflacionistas y por las tensiones en el comercio internacional por la guerra comercial entre América y China. Por otro lado, EE.UU. siguió con un incremento de su PIB, lo que produjo un mayor diferencial entre EE.UU. y Europa.
Santander (MC:SAN)
La mayor diversificación geográfica le ayuda a seguir adelante, ya que los países emergentes volvieron a ser los que, principalmente, impulsaron sus volúmenes de crédito de depósitos. Eso ayudó a incrementar el margen de intereses hasta 17.636 millones de euros, lo que supone un aumento interanual del 4,2%. Por otro lado, los préstamos y anticipos a la clientela aumentaron un 5% interanualmente, al igual que en los bancos estadounidenses. Los depósitos también se incrementaron un 5% en los últimos doce meses. Esto indica una mejora de algunas de las partidas más importantes de los bancos que influyen en gran medida en su desarrollo y beneficio final. Mientras tanto, la calidad crediticia continuó mejorando gracias a una disminución de la ratio de morosidad hasta el 3,51%.
Con respecto a su solvencia, otro dato de gran relevancia fue la ratio de capital CET1, la cual aumentó 50 puntos básicos con respecto al mismo periodo del año pasado (11,30%). Con todo ello, se sigue manteniendo como uno de los bancos más rentables y eficientes, con un RoTE ordinario del 11,7%, y una ratio de eficiencia del 47,4%.
Tuvo un beneficio neto atribuido de 3.231 millones de euros, lo que supone una caída del 13,9% interanual, en gran parte provocado por los costes de reestructuración, aunque supera la cifra esperada por el consenso de analistas de FactSet (NYSE:FDS) en un 3,5%.
Bankinter (MC:BKT)
Al igual que Santander, ha tenido un aumento de los créditos concedidos a clientes, elevando, a su vez, su margen de intereses. Por otro lado, también ha reducido su índice de morosidad en un 16,63%, hasta el 2,71%. Estos datos son positivos, ya que a pesar del aumento de los créditos concedidos hay una mejora de la calidad de los mismos, lo que también se puede traducir en un aumento de la salud financiera de los clientes. Por otro lado, su ratio de eficiencia ha disminuido hasta 51,20%, lo que puede haber venido provocado por su aumento de ingresos y un mantenimiento o un incremento menor de los costes.
Su ratio de eficiencia disminuyó un 0,05%, hasta el 11,50%, pero situándose aún por encima del mínimo regulatorio. Por último, su beneficio neto aumentó un 6,37% con respecto al primer semestre de 2018, hasta alcanzar los 309 millones de euros.
Banco Sabadell (MC:SABE)
Presenta una situación algo preocupante, ya que su mayor fuente de ingresos se ha visto disminuida con respecto al primer semestre del año pasado por los bajos tipos de interés a largo plazo. Aunque se ha producido un aumento trimestral del 0,4%, este simplemente puede haber sido por un aumento de la concesión de créditos por la estacionalidad. Esto se ha compensado con un aumento de las comisiones netas, algo importante para reducir la dependencia con respecto a los tipos de interés, pero que aún así no proporcionan la misma cantidad de ingresos.
Por otro lado, siguen disminuyendo los activos problemáticos, su ratio de morosidad ha bajado hasta el 4,08%, su ROTE ha aumentado hasta el 8,49% y su CET1 ha aumentado 20 puntos básicos hasta el 11,9%. Por último, su beneficio neto ha alcanzado los 532 millones de euros, un 341% más que el primer semestre del año anterior. Esto ha sido, principalmente, gracias a las menores provisiones y la ausencia de costes extraordinarios de su filial británica TSB.
En conclusión, presenta algunas mejoras en cuanto a sus ratio y solvencia gracias a lo comentado anteriormente, aunque su principal fuente de ingresos presenta debilidad.
Caixabank (MC:CABK)
Presentó sus resultados hoy. En ellos se puede ver un ligero aumento del 1,9% en su margen de interés con respecto al primer semestre de 2018. Cabe destacar la disminución del 54,8% que ha tenido en su margen neto debido a los gastos por el ERE. Si no se hubiese incurrido en este gasto, la empresa incluso habría podido obtener un incremento del 0,7% en sus beneficios con respecto al primer trimestre del año anterior. Su ratio de morosidad también ha disminuido hasta un 4,2%. El CET1 se ha incrementado en 100 puntos básicos hasta el 11,6%.
En general, presenta solidez por una mejora una mejora en su LCR, NSFR, un aumento de clientes y lo comentado anteriormente, pero los gastos en los que a incurrido han hecho que disminuyan sus rentabilidades. No se descarta una mejora de sus rentabilidades de cara al futuro.
En conclusión
Los bancos se encuentran inmersos en procesos de reestructuración, lo que está incrementando sus costes. A pesar de ello, la mayoría están mejorando su solvencia y liquidez y obteniendo resultados positivos en sus márgenes de interés aun con tipos de interés negativos.
Por otro lado, existe un aumento de la concesión de crédito, lo que favorece al consumo e indica un aumento de los ingresos de los bancos y, en general, de sus márgenes de intereses, ya que supone una de sus mayores fuentes de beneficio. Esto, junto con una disminución de la ratio de morosidad, podría indicar una mejora de la salud financiera de los clientes y también favorecido por las medidas que se están tomando para la movilización del dinero con la política monetaria expansiva.